Según la ley francesa, la obsolescencia programada está penada con multas de hasta el 5% de las ventas anuales
La asociación francesa de defensa del consumidor UFC-Que Choisir presentó una demanda contra el fabricante de videojuegos Nintendo por la que denuncia que los controles de las consolas que produce la empresa de origen japonés se rompen «demasiado rápido» por tener un sistema de «obsolescencia programada».
Según la ley francesa, la obsolescencia programada está penada con multas de hasta el 5% de las ventas anuales cuando se demuestra la utilización «de técnicas mediante las cuales un vendedor pretende reducir deliberadamente la vida útil de un producto con el fin de aumentar su tasa de sustitución».
UFC-Que Choisir ya había denunciado públicamente el año pasado la fragilidad de algunos mandos de la consola Nintendo Switch y, en enero pasado, el director de Nintendo Francia ofreció reparar cualquier control defectuoso sin costo alguno, incluso si ya no estaba cubierto por la garantía.
Desde la asociación afirmaron que con un problema «conocido desde hace tres años, la empresa japonesa debe ahora comprometerse a arreglar el problema, en lugar de simplemente corregirlo».
En declaraciones citadas por la agencia de noticias francesa AFP, Que Choisir señala que «el 65% de los consumidores afectados dicen que este problema ocurrió menos de un año después de la compra, incluso a personas que juegan menos de cinco horas a la semana».
Además se identificaron dos causas potenciales para el problema: una falla prematura de los tableros de circuitos impresos o un fallo que deja entrar demasiada suciedad en el mando.