El Instituto Nacional Vitivinícola aseguró que las ventas interanuales a nivel nacional crecieron. Sin embargo, en Rosario diferentes comerciantes del rubro desmienten ese dato
Según el Instituto Nacional Vitivinícola (INV), la venta de vinos en Argentina, a pesar de la pandemia, creció un 21,7% interanual, lo que significó 98 millones de litros en el mercado interno, una cifra que no se alcanzaba desde 2013. Otro de los datos que aportó el INV mostró que en los meses enero-julio de este 2020, la comercialización en el país creció casi un 10% en comparación con el mismo período de 2019.
El presidente del INV, Martín Hinojosa, dijo que «este mayor consumo, explicado en Argentina, se da porque se ganaron nuevos espacios de consumo, porque el vino es un buen compañero de la comida, los jóvenes se han acercado a su consumo, y este combo de situaciones ha generado que el vino siga creciendo».
CLG tomó estos datos y recorrió vinotecas de Rosario y consultó ante los comerciantes si sienten que estos números se traducen en el mostrador.
Uno de los primeros consultados confirmó el aumento del consumo del alcohol, pero agregó: «Sin dudas es producto de la angustia y el estrés de la pandemia».
Sin embargo, aseguró que no venden más que en 2019 porque la forma de consumo cambió debido a que los bares están cerrados y las reuniones afectivas prohibidas: «Ahora la gente toma dentro de su casa».
Sobre los precios explicó que «cada tres meses hay aumentos en este país, y suelen acompañar la inflación».
Por último se refirió al trabajo gubernamental y remarcó que a pesar de estar «seis meses en la misma situación, no hay ideas claras o propuestas que tengan a todo el espectro socioeconómico». Y si bien apoyó las medidas sanitarias afirmó que «los resultados no son los esperados«.
Otro comerciante indicó que con la llegada de la cuarentena la venta bajó. Luego con el paso de los meses se niveló pero «sin llegar al nivel en el que estábamos antes de la pandemia».
Este comerciante advirtió que el aumento de los precios, la poca circulación de la población y el horario reducido para abrir, ya que antes lo hacían hasta la medianoche y ahora deben cerrar 19.30, le afecta directamente en la caja registradora.
Las modalidades variaron a la venta online, con redes sociales de por medio, y el take away. Sin embargo, las ventas no fueron las mismas y bajaron hasta un 50%.