El secretario gremial de Luz y Fuerza Rosario dialogó con CLG sobre la realidad de los trabajadores en la pandemia y opinó sobre las marchas opositoras
La pandemia por el coronavirus generó un gran impacto negativo en la economía argentina, afectando a distintos sectores de la sociedad en mayor o menor medida. A futuro, la situación continúa siendo incierta mientras se espera la vacuna contra el Covid-19. En ese contexto, CLG dialogó con Leonardo Passerini, secretario gremial del Sindicato de Luz y Fuerza Rosario, quién analizó la realidad de los distintos sectores, habló sobre las negociaciones paritarias de la rama eléctrica y opinó sobre las marchas que se desarrollaron en varios puntos del país en contra del gobierno.
«Lo que hemos visto desde el inicio de la pandemia es que la actividad se vio reducida y eso tuvo un impacto económico y social. En lo laboral hay actividades que han seguido trabajando normalmente, hay otras que se han ido recuperando en base a distintas etapas de la cuarentena. Como la industria por ejemplo en Santa Fe que ya está a nivel normal», indicó en primer lugar.
Luego, hizo referencia a los sectores que todavía no pudieron recuperarse como «el comercio, la industria hotelera». «Se ha visto que están en una crisis, donde se han perdido muchos puestos de trabajo», remarcó. En ese sentido, explicó cómo es la realidad que atraviesan en el rubro energético, que fue declarado «esencial» desde el primer momento: «Hemos estado manteniendo la actividad y nuestro trabajo en un punto casi normal. Con reducción a guardia mínima en un principio, pero que luego se ha ido normalizando».
«En este momento tenemos trabajadores que tienen algún riesgo o comorbilidad y se encuentran en sus casas. El resto trabaja en un 50% en la mayoría de las empresas ya sea la EPE como las generadoras de energía, donde también está reducido el personal», detalló. «Vos guardás gente por si alguno se contagia, entonces puede aislarse y entran otros a trabajar», aclaró sobre la rotación de personal.
Passerini aclaró que pudieron «seguir cobrando nuestro sueldo en tiempo y forma», pero que la mayor preocupación es a futuro: «Al día de hoy no vislumbramos que esto se esté normalizando»
«Vemos con preocupación lo que pueda llegar a pasar porque hasta que no haya una vacuna, la pandemia no va a terminar y no sabemos cómo se va a normalizar todo. Esto provoca una baja en el consumo de energía, en la producción y hay que sumarle que están congeladas las tarifas. El servicio, al estar trabajando al 50% el personal, se puede resentir», agregó. Además, indicó que en el corto plazo, «viene un verano donde la gente al no poder tomarse vacaciones va a estar en sus hogares o en la periferia de Rosario y la demanda energética va a ser mayor» y eso provocará que necesariamente deben redoblar esfuerzos «para poder mantener un buen servicio».
En cuanto a las negociaciones paritarias, el secretario gremial de Luz y Fuerza fue claro: «Preocupa bastante». «Se perdió poder adquisitivo. Si vamos al índice de inflación de la provincial (IPEC), desde diciembre del año pasado hasta hoy ya estamos en un 19,3%, y tenemos la paritaria congelada desde ese momento, con respecto a la EPE», describió.
El dirigente igualmente aclaró que en otras empresas distribuidoras y generadoras de energía «se ha llegado a un acuerdo a través de la Federación en base a unos porcentajes que, si bien no cubren la inflación del año porque se terminó de sellar a partir de agosto, por lo menos es una recomposición salarial».
«Creemos que la paritaria es algo que se tiene que cumplir, que dar para el trabajador y también porque ayuda a reactivar la economía. Si lo querés poner en marcha la economía y no tenés en cuenta al trabajador, que hace mover la rueda económica, eso también va a impactar en los otros rubros que ya perdieron bastante por la pandemia. El trabajador no va a tener económicamente la posibilidad de salir a comprar bienes, consumir, que es lo que uno está buscando», analizó.
Al hacer referencia sobre las marchas que se desarrollaron en distintas ciudades en contra del gobierno, aclaró por qué su postura es en rechazo a las mismas: «Hemos visto que muchos compañeros se han contagiado, hemos tenido gente internada, y vemos que el sistema de salud está casi saturado. Desde nuestra obra social sabemos cómo se está moviendo el sistema de salud. Tenemos llegada a los médicos y sabemos que está a punto de colapsar».
«Cuando a uno le dicen que se quede en su casa, que se cuide y se aplique a la cuarentena, es la responsabilidad que tenemos en la sociedad», afirmó.
«Hoy al realizar convocatorias, que uno respeta por más que uno no acompañe la consigna, creemos que se debe pensar en preservar lo colectivo y en este caso es ayudar al sistema de salud para que puedan atender a todos los que nos podemos llegar a contagiar de coronavirus. Sabemos las consecuencias que estas marchas puede llegar a tener en el sistema de salud», opinó Passerini.
«No es la forma adecuada de llevar el descontento, estamos en democracia y todos pueden elevar sus voces, pero no creemos que sea poniendo en riesgo el sistema sanitario y de salud de toda la población. Los mayores contagios se producen cuando hay reuniones sociales o marchas donde hay gente que no respeta el distanciamiento y las medidas sanitarias, entonces creo que no es el momento. La gente se puede hacer escuchar de otra manera y esta no es la adecuada», cerró.