CLG dialogó con Sergio Ricúpero, del Sindicato de Gastronómicos local: "Si seguimos en fase 1, la actividad va a desaparecer"
En el marco de una jornada de protesta nacional, en Rosario se llevó adelante una manifestación del Sindicato de Gastronómicos para visibilizar la situación crítica que atraviesa el sector. Bajo la consigna «Necesitamos Trabajar ya, yo doy presente», empleados de bares y restaurantes levantan carteles y pancartas en sus lugares de trabajo para reclamar por mejores condiciones para la gastronomía.
La manifestación fue convocada a nivel nacional por la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra), y recibió el apoyo del sindicato local. Producto del retroceso a fase 1, en Rosario los bares y restaurantes se encuentran trabajando a puertas cerradas bajo la modalidad de delivery y take away. Piden que se reabra la actividad o que en su defecto haya una mayor ayuda estatal.
En ese sentido, CLG dialogó con Sergio Ricúpero, secretario gremial del Sindicato de Gastronómicos de Rosario, quien explicó la modalidad de la protesta: «Se trata de que los trabajadores se presenten en el lugar del trabajo y visibilicen el reclamo a través de las pancartas con las consignas que establece el gremio a lo largo y ancho del país, el pedido de retomar la actividad en todo el país. En Rosario el reclamo primordial es que se vuelvan a las medidas anteriores o que se creen nuevos protocolos y medidas que nos hagan volver al trabajo».
Al ser consultado sobre la posibilidad de que se extienda la fase 1 en la región, aseveró: «De esto continuar así, esta actividad va a desaparecer. Si el Estado pretende volver a la fase 1 tendrá que subsidiar a esta actividad como se debe hacerlo, no basta con que no se cobre el ingreso bruto o que se baje el gas y el agua, son medidas coyunturales que mucho no sirven».
«El trabajador no puede vivir solamente con un ATP. Queremos igualdad de condiciones: al trabajador estatal se le paga completo, lo cual está muy bien; el político cobra su sueldo entero, lo cual también está bien; pero los trabajadores gastronómicos tienen que estar en las mismas condiciones porque sino es una discriminación», agregó.
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Al referirse a los bares y hoteles que no pudieron continuar con su actividad en la ciudad, Ricúpero indicó: «Llevamos 5 hoteles y cerca de 20 establecimientos cerrados, miles de puestos de trabajo que se han perdido. Sería gravísimo volver a fase 1. Nosotros estamos a favor de la salud, estamos a favor de que todos nos cuidemos, pero llegó otro momento: el de la responsabilidad social de los ciudadanos. Con tantas prohibiciones, después de 6 meses tenemos el sistema de salud colapsado, ¿qué ha hecho el Estado? Sólo prohibir».
«Esta es una protesta pacífica, que los trabajadores visibilicen en cada lugar con un cartelito con las consignas. Es una protesta escalonada y distanciada, con las medidas de seguridad pertinentes. Podríamos haber hecho una marcha que seguramente hubiera sido multitudinaria, pero no queríamos eso», aseguró el titular del gremio gastronómico.
«Hace seis meses que queremos ser escuchados de verdad, y nunca lo fuimos. Queremos que al trabajador se lo considere. Si el Estado te cierra, el Estado te paga. No puede ser que nuestros trabajadores, por pertenecer a la actividad privada, estén siendo discriminados salarialmente», concluyó.
Por otra parte, CLG también dialogó con Mario Di Renzo, secretario general del Sindicato de Gastronómicos local, quien expresó: «Esta manifestación pacífica se está llevando a cabo en todo el país, desde el sur al norte. Queremos trabajar, desde el inicio de la pandemia nuestra actividad está sin posibilidades de trabajar. habíamos vuelto un poco a la normalidad, pero el 4 de septiembre el gobierno provincial decretó volver para atrás».
«El delivery y el take away no alcanza para mantener la actividad. Nuestra actividad es un semillero de pymes, está compuesta por empresas familiares con algunos trabajadores. Viven el día a día», agregó.
Con respecto a la situación que atraviesan los empleados del sector, Di Renzo señaló: «Tenemos muchos trabajadores con muchas dificultades, algunos compañeros que alquilan no pueden pagar el alquiler, se amontonan en las casas de familiares, con deudas en las inmobiliarias. Es terrible».
«Si bien el gobierno está colaborando con el ATP, esto es insostenible. Nuestra actividad tiene un protocolo muy bueno, que no empieza cuando ingresa el cliente al restaurante, antes de la apertura del establecimiento ya se aplica el protocolo cuando llega la mercadería», añadió.