El Observatorio Europeo Austral, con ayuda del grupo chileno de Alma, detectaron este gas que ayudaría a pensar en la presencia de vida en el segundo planeta del Sistema Solar
Un grupo de astrónomos ubicados en el observatorio Alma del norte de Chile lograron dar con pequeñas señales de vida en las nubes de Venus. «Cuando obtuvimos los primeros indicios de fosfina en el espectro de Venus, fue un shock», dijo la líder del equipo, Jane Greaves, de la Universidad de Cardiff, citada en un comunicado. La fosfina o fosfano es un gas creado mediante fósforo y hidrógeno y es utilizado como insecticida, si es ingerido por humanos es mortal.
El grupo de investigadores pertenece al Observatorio Europeo Austral y ellos afirman que el descubrimiento es significativo pero reconoce que confirmar la presencia de «vida» necesita de mucho más trabajo.
«Probablemente, cualquier organismo de Venus sería muy diferente a sus primos de la Tierra, pero también podrían ser la fuente de la fosfina detectada en la atmósfera», detalló el comunicado sobre el artículo publicado en la revista Nature Astronomy.
El equipo internacional, que incluye a investigadores de Reino Unido, Estados Unidos y Japón, estima que la fosfina existe en las nubes de Venus en una concentración muy pequeña.
En la Tierra, el gas sólo se fabrica de forma industrial o por microbios que prosperan en ambientes libres de oxígeno.
«El descubrimiento plantea muchas preguntas, por ejemplo, cómo podrían sobrevivir algunos organismos. En la Tierra, algunos microbios pueden hacer frente hasta a un 5% de ácido en su entorno, pero las nubes de Venus están hechas de ácido casi en su totalidad», dijo Clara Sousa, del Instituto Tecnológico de Massachusetts y miembro del equipo.
Más observaciones de Venus y de planetas rocosos fuera de nuestro Sistema Solar, incluso con el próximo Telescopio Extremadamente Grande, pueden ayudar a recopilar pistas sobre cómo puede originarse en ellos la fosfina y contribuir a la búsqueda de signos de vida más allá de la Tierra, dijo el Observatorio Europeo Austral.
El observatorio, que reúne a 16 países europeos, está asociado en Alma con los institutos nacionales de ciencias de Estados Unidos y Japón, entre otros.