Llamar a la línea puesta en funcionamiento por el gobierno provincial para consultas por casos sospechosos de covid-19 sigue siendo un intento en vano
El teléfono suena, pero nadie atiende. De un lado de la línea inquietud, preocupación, a veces zozobra y angustia. Del otro lado, nadie. No es el comienzo de una novela, de una obra literaria, es la descripción de la “novela” santafesina. Cerca de seis meses han transcurrido desde el inicio de la cuarentena, decretada el 20 de marzo. El Estado provincial anunció en aquel momento la puesta en marcha de un 0800 para atender consultas sobre casos sospechosos de coronavirus, para guiar y aconsejar a la población. Durante la primera etapa del aislamiento, cuando los casos eran pocos, funcionó. Pero cuando más se necesita la atención, es decir ahora, ante la fuerte crecida de contagios en el territorio santafesino, y en el marco de una necesidad real de la población en saber cómo actuar ante la presencia de síntomas, el servicio telefónico de asistencia brilla por su ausencia. Una vergüenza.
La aparición de fiebre, la sensación de cansancio o la pérdida repentina de olfato o gusto pueden generar muchísimas dudas a la hora de saber cómo afrontar un posible caso de coronavirus. Es por eso que muchas personas levantan el teléfono para saber cómo actuar o de qué manera proceder a atender a aquel que tiene síntomas. Sin embargo, y luego de una espera eterna, la respuesta nunca llega.
Se siguen multiplicando las quejas por la deficiente atención del 0800-555-6549. Personas abrumadas y angustiadas por la posible presencia del virus no logran encontrar una voz del otro lado que ayude a indicarles el camino a seguir. Y, a la par de los contagios, también crece la indignación. Se han dado casos de personas con síntomas que jamás fueron atendidas, que debieron recurrir en tal caso al hisopado privado y que al comprobar que estaban contagiados desde el otro lado de la línea prosiguió el silencio. Más vergüenza.
El Estado sigue sin aparecer con la línea de atención por casos sospechosos de coronavirus, lo que demuestra claramente que la infraestructura de acompañamiento y guía hace aguas y que no fue adecuadamente dotada de recursos humanos y tecnología para brindar un buen servicio. Muchas palabras, demasiado relato en gacetillas de prensa, pero la realidad es otra. Es de aguardar que las autoridades tomen cartas en el asunto y resuelvan un problema sensible y que aqueja gravemente a la comunidad santafesina que multiplica sus quejas por el pésimo servicio