El destacado bailarín argentino se bajó de los escenarios hace ya más de una década, se fue a vivir al país vecino y, en una entrevista, contó que lo llevó a tomar esa decisión
A los 53 años Julio Bocca dio un giro total a su vida. Si bien sigue siendo una importante y recordada figura del mundo del ballet argentino e internacional, desde hace 13 años se retiró, bajó el perfil y se fue a vivir a Uruguay.
El artista que recorrió el mundo bailando, que pasaba meses lejos de su casa en largas giras y dedicaba su vida entera al ballet supo desligarse de todo con una drástica medida: mudarse a un lugar donde pudiera pasar más inadvertido.
“Cada vez que salía a tomar algo la gente me saludaba, me pedían una foto, un autógrafo, y todo bien con eso, yo agradezco eternamente ese cariño, pero en ese momento necesitaba pasar inadvertido. Así que de golpe me empecé a sentir encerrado, lejos de esa libertad que anhelaba”, dijo a la revista ¡Hola! sobre lo que le pasaba al recorrer las calles en nuestro país.
Entonces, contó que ese fin de año preparó una vacaciones en Punta del Este y ahí comenzó a disfrutar de esa “libertad” que tanto buscaba. Pero, la decisión de quedarse a vivir allí fue conocer a su pareja, un economista uruguayo.
En el país vecino se encontró con un panorama que le resultó super cómodo: “Me saludaban, me conocían, pero no había esa cosa que hay en Argentina que es como que sos parte de la familia. Yo necesitaba tranquilidad, porque quería desconectarme de la danza por un tiempo. Aparte, acababa de conocer a quien es mi pareja actual, así que me cerró todo. ¿Que más quería que poder volcar toda la energía en construir una pareja, mientras desconectaba de tantos años de trabajo?”, explicó.
Hoy, el bailarín tiene una importante escuela de danza en el país vecino, con sedes en el nuestro, pero también piensa en la posibilidad de ser padre algún día.