Las tensiones políticas en el país y en el mundo, el rol del Ejército argentino en un nuevo contexto geopolítico y la idea para la empresa Líneas Aéreas del Estado, bajo la mirada del ministro de Defensa de la Nación en exclusiva con CLG
Por Franco Albornoz
A diez meses del comienzo de su nueva etapa al frente del Ministerio de Defensa de la Nación, el santafesino Agustín Rossi dialogó en exclusiva con CLG sobre las tensiones políticas que atraviesan al país y al mundo. Se refirió a la orientación de su gestión, y ponderó el rol del Ejército argentino en el actual contexto geopolítico. “Argentina debe contar con fuerzas armadas equipadas, formadas, instruidas e integradas a la vida democrática del país”, indicó.
También analizó el conflicto policial de los últimos días, admitió que hay que mejorar las condiciones laborales de la Policía, pero deslizó que hay motivaciones que trascienden los problemas estructurales de la institución. “Hay tomas de tierras y sublevación de las policías provinciales. Parece que diciembre se adelantó y con mis años en política no creo en casualidades”, lanzó el funcionario nacional, quien este viernes desde las 19 participará de un conversatorio sobre “Políticas de Defensa y Democracia en el Contexto Regional” organizado por Casa Patria.
— ¿Cuál debe ser el rol y la orientación de las Fuerzas Armadas (FF.AA.)?
— Entiendo que la política de defensa en Argentina debe contar con un instrumento militar, que son las Fuerzas Armadas, con personal formado e instruido, integrado a la vida democrática, pero con equipamiento que le permita llevar adelante las funciones que la propia Constitución Nacional les otorga. Estamos en una etapa en la cual el país debe tener una política de defensa como política de Estado. Argentina no es un país más en el mundo: somos la octava superficie del mundo, tenemos una baja densidad poblacional, abundancia de recursos naturales, agua dulce, espacios cultivables, minerales estratégicos, hidrocarburos, un litoral marítimo extenso, una ubicación geográfica geopolíticamente más que importante, con ribera sobre el estrecho de Magallanes, el único canal de comunicación natural entre los dos océanos.
— Todo eso en un mundo con tensiones constantes…
— Es cierto que estamos insertos en un mundo con tensiones, pero que nada tienen que ver con los conflictos bélicos al estilo del siglo pasado. Hoy se expresan de diferentes maneras, hay disputas económicas y tecnológicas. Con una potencia en los últimos 30 años como Estados Unidos, pero con otra potencia que emerge con fuerza como China. Un mundo donde las configuraciones territoriales regionales se van modificando, no es lo mismo la Unión Europea con Gran Bretaña adentro, que la Unión Europea sin Gran Bretaña, más para un país como el nuestro. Pero sobre todo un mundo superpoblado y demandante de recursos naturales, situación inversa a la que tiene Argentina.
— ¿Cuál es la idea que tiene su gestión para la empresa Líneas Aéreas del Estado (Lade)?
—Lade tiene 80 años, nació como una empresa de fomento con el objetivo de unir lugares que no eran los tránsitos aéreos regulares de las aerolíneas comerciales. El último tiempo estuvo recluido en la Patagonia, tiene un fuerte anclaje allí, pero el gobierno anterior estuvo a punto de disolverla, cerrarla literalmente. Nuestro plan está claro y es rescatarla: llegamos a tener un solo avión SAAB, y ahora vamos a comprar dos o tres, también F28. Vamos a invertir con la misión de fortalecer el circuito de la Patagonia en articulación con Aerolíneas Argentinas. En un escenario aerocomercial como el que se viene, Lade puede ser muy importante.
— Como funcionario del gobierno y hombre de la democracia, ¿qué evaluación hace del conflicto policial de los últimos días?
—Me parece que fue desproporcionado, el mismo Presidente dijo que reconocía la legitimidad del reclamo, pero las acciones que se llevaron adelante no tienen nada que ver con el comportamiento que tiene que tener un personal policial. No es cualquier tarea: tienen a su cargo la custodia del resto de los ciudadanos. Y en esa potestad de generar seguridad se les ha otorgado el monopolio del uso de la fuerza pública, la portación de armas y demás. Independientemente de las condiciones salariales, el carril tenía que ser absolutamente otro. Después quedan tareas a resolver, porque cuando sucede esto se quiebran las cadenas de mando hacia el interior de la institución y hay que recomponerlas.
— ¿Cree que hubo sectores políticos involucrados de lleno o solo se trató de un reclamo laboral? En el marco también de la polémica por las declaraciones de Eduardo Duhalde…
—Son todas especulaciones y materia de análisis. Hay tomas de tierras y sublevación de las policías provinciales. Parece que diciembre se adelantó, y hay que tener mucha serenidad y transmitírsela a la población como lo hizo el Presidente el miércoles, con un tono muy mesurado logró resolver el problema. Argentina es un país donde la política se transpira en todo momento, ya con mis años en política no creo en casualidades, y me permito no descartar nada, sin llegar a una conclusión determinante. Después se mezclan policías exonerados, retirados, etc. Me acuerdo lo que sucedió en 2013, entonces hay que tener la templanza necesaria para buscar soluciones sin que genere más complicaciones a una sociedad que ya está atravesada por una pandemia.