María Kolesnikova, que se encuentra encarcelada, denunció "amenazas de muerte" tras su desaparición el lunes
La opositora bielorrusa María Kolesnikova, que se encuentra encarcelada, denunció a miembros de los servicios de seguridad del país por «secuestro» y «amenazas de muerte» tras su desaparición el lunes, anunció el jueves su organización política.
Kolesnikova envió una carta al director del Comité de Investigación bielorruso en la que detalla lo que sucedió entre su «secuestro» el lunes y su reaparición 24 horas más tarde en la frontera con Ucrania, donde fue arrestada, indicó la agencia AFP.
«Maria Kolésnikova indicó los nombres y posiciones de quienes ejercieron presión psicológica sobre ella. Pidió abrir un proceso penal» por secuestro, encarcelamiento ilegal y amenazas de muerte, detalló el sitio web de Viktor Babaryko, excandidato presidencial de quien Kolesnikova era directora de campaña.
«Estas personas amenazaron con matarme. Dijeron que si no abandonaba Bielorrusia voluntariamente, me iría de todas maneras, viva o en pedazos. También amenazaban con privarme de libertad durante 25 años, con causarme problemas en el lugar donde estuviera detenida», escribe la opositora de 38 años.
Luego detalla que «cuando los agentes de la KGB (servicios de seguridad) entendieron que no abandonaría voluntariamente el territorio de Bielorrusia, me pusieron una bolsa en la cabeza, me metieron en un vehículo y me llevaron a la frontera con Ucrania».
La opositora confirmó asimismo la versión de sus partidarios según la cual, para no ser expulsada de su país, rompió su pasaporte.
Kolesnikova y otro miembro de la dirección del Consejo de Coordinación de la oposición bielorrusa, un órgano creado para preparar una transición política en el país, fueron acusados ayer de «atentar contra la seguridad nacional», un mes después de la elección presidencial que dio ganador a Alexander Lukashenko, en el poder desde 1994.
El escrutinio, que la oposición calificó de «fraudulento» desencadenó un movimiento de protesta sin precedentes en el país.
Todas las figuras de la oposición bielorrusa de este movimiento de protesta, marcado por manifestaciones multitudinarias cada domingo en Minsk, la capital, están hoy en el exilio o en prisión.
Lukashenko mencionó ayer vagamente la posibilidad de una nueva elección presidencial en caso de reforma constitucional, pero hoy dijo que no abandonaría el poder bajo presión.