La cantidad contratada permitirá abastecer al 25 % de la población mexicana, según informó hoy la Fundación de Inversiones Directas de Rusia en un comunicado.
La Fundación de Inversiones Directas de Rusia (FIDR) y la compañía farmacéutica mexicana Landsteiner Scientific firmaron un acuerdo para suministrar a México un total de 32 millones de dosis de la vacuna rusa contra el coronavirus denominada Sputnik V.
La cantidad contratada permitirá abastecer al 25 % de la población mexicana, según informó hoy la FIDR en un comunicado.
«El inicio de los suministros de las vacunas a México está previsto para noviembre de 2020, si los órganos reguladores mexicanos dan el visto bueno. El acuerdo prevé que Landsteiner Scientific se encargue de la distribución de la vacuna en México en calidad de socio de la FIDR», explicó, según informó la agencia EFE.
El presidente de la FIDR, Kiril Dmítriev, afirmó que los mexicanos «comprenden las ventajas de la vacuna rusa Sputnik V».
«En particular, destacan que la plataforma de vectores de adenovirus humanos está mucho más estudiada que las nuevas tecnologías de producción de vacunas como los vectores de adenovirus de monos o el ARN mensajero», indicó.
Agregó que «el 66 % de los mexicanos expresó su confianza en la vacuna rusa, según las encuestas realizadas en ese país».
La FIDR recordó que a principios de mes la prestigiosa revista médica «The Lancet» publicó un artículo científico con los resultados de las primeras dos fases de los estudios clínicos de la vacuna rusa, los cuales demostraron que la totalidad de los voluntarios adquirieron una «inmunidad estable» ante el coronavirus.
Hoy comenzó la tercera fase de ensayos clínicos de la vacuna, que abarcará a 40.000 voluntarios y cuyos resultados se harán públicos entre octubre y noviembre próximos.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, había señalado a mediados de agosto que su Gobierno evalúa la eficacia de la vacuna que desarrolló Rusia contra el coronavirus y, en caso de que se demuestre su eficacia, él sería el primero en ponérsela.
Subrayó en aquel entonces que en el caso de las vacunas, y en general en el ámbito de la salud, «no debe haber ideologías».