El fútbol en Brasil se desarrolla sin público y los DJs se hicieron un lugar para llenar el vacío en el ambiente que dejó la pandemia
Brasil fue el primer país sudamericano en volver a rodar la pelota tras el parate debido a la pandemia. Adaptados a las medidas de distanciamiento social, el fútbol se pudo ver pero los hinchas no. Cada parcialidad se tuvo que hacer a un lado y mirar desde sus hogares los partidos de los campeonatos regionales.
Pero, al mejor estilo europeo, los clubes de Brasil pusieron a disposición todo su aparato de sonido para ambientar el espectáculo. Y tienen a diferentes DJs detrás de los controles.
Franklim Scheleger, se encarga del mítico estadio Maracaná: «El desafío es acertar con las reacciones», expresó el brasilero de 29 años que era el DJ oficial del Fluminense. «Me siento muy orgulloso de poder representar a la afición del equipo de mi corazón, es una sensación increíble, indescriptible», contó.
Ante la falta de público, los clubes brasileños han apostado por los DJ para llenar el vacío y ambientar los partidos. En el caso del Palmeiras, la tarea le corresponde a Marcos Costi, de 38 años, ‘speaker’ oficial del equipo de Sao Paulo. Para él, compaginar esa labor con la de DJ «fue algo natural».
«Cuando el Palmeiras ataca, aumento el volumen. En la tanda de penales de la final del Campeonato Paulista contra el Corinthians, cuando los rivales iban a rematar, subía el volumen para molestar de alguna forma», confiesa Costi al referirse a ese encuentro jugado el mes pasado, que terminó con victoria del ‘Verdao’ desde los once metros.
Ambos DJ destacan que ser hinchas del club que representan facilita las cosas a la hora de elegir el sonido ambiente.