El mandatario estadounidense las definió como definió como "jurisdicciones anarquistas" y redobló la pulseada con la oposición
En medio de un clima electoral cada vez más tenso y belicoso en Estados Unidos, el presidente y candidato a la reelección, Donald Trump, ordenó en las últimas horas desfinanciar a las ciudades donde existen masivas o constantes protestas y disturbios, que definió como «jurisdicciones anarquistas» y que están todas gobernadas por la oposición.
«Mi Gobierno no permitirá que más dólares de los impuestos financien a ciudades que permiten su propio deterioro con zonas por fuera del control de la ley», argumentó el mandatario en un comunicado difundido anoche por la Casa Blanca y que ordena suspender todas las partidas federales destinadas a estas «jurisdicciones anarquistas».
El texto, citado por la cadena CNN, nombra particularmente a la Ciudad de Nueva York, Portland, la Ciudad de Oregon, Seattle y la capital, Washington, DC; aunque no aclara si la lista afectada por esta nueva medida presidencial termina ahí.
La decisión del mandatario a exactamente dos meses de las elecciones desató la ira de la oposición demócratas y especialmente de algunos de los dirigentes opositores afectados.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, acusó hoy a Trump de sancionar a los distritos donde la mayoría de las personas votarán en contra de él, según las últimas encuestas, que dieron una pequeña recuperación al mandatario pero no suficiente para pasar a la delantera a nivel nacional.
«Creo que es porque él es de la Ciudad de Nueva York y la Ciudad de Nueva York siempre lo ha rechazado. Fue descartado como un payaso en la Ciudad de Nueva York», aseguró Cuomo en una entrevista con CNN y agregó con ironía: «Lo mejor que hizo fue abandonar la ciudad. Buena suerte, déjenlo ir a Florida y ten cuidado de no contagiarte de Covid-19».
Florida, el estado gobernado por un republicano aliado donde el mandatario tiene uno de sus resort de golf favorito y donde estableció su domicilio legal, es uno de los distritos que atraviesa uno de los peores brotes de la pandemia del país en las últimas semanas.
Al mismo tiempo que Trump alimenta día a día la tensión política por la multiplicación de casos de brutalidad y racismo policial, y las protestas y disturbios que estos y las faltas de respuestas institucionales provocan, el presidente también continúa sembrando dudas alrededor del proceso electoral.
Semanas después de decir que solo podría perder la elección si hay un fraude y de acusar a la oposición de estar utilizando la pandemia para masificar el voto de correo, al que calificó sin evidencias como fraudelento, Trump llamó anoche a que la gente vote dos veces, algo no permitido en Estados Unidos e incluso considerado un delito en varios estados.
Propuso a la gente que «pruebe la seguridad» del sistema electoral por correo votando después también de manera presencial.
Hoy sus voceros se negaron a contestar si el mandatario sabía que un doble voto no está permitido y en muchos estados hasta penado.
El próximo 3 de noviembre, Trump competirá con el exvicepresidente de Barack Obama, Joe Biden, por la Presidencia, en medio de la peor crisis económica desde la Gran Depresión y la peor situación epidemiológica de la pandemia de coronavirus con más de 6,1 millones de casos confirmados y más de 186.000 muertos.