En coincidencia con el inicio de las clases, se registró un nuevo récord diario de contagios
Alrededor de 2,5 millones de estudiantes israelíes de preescolar, primaria y secundaria iniciaron este martes la vuelta a los colegios bajo un estricto sistema de medidas para evitar contagios por coronavirus que incluye el ingreso en horas separadas y el uso de tapabocas, además de un certificado médico y controles de temperaturas. En coincidencia con el inicio de las clases, el Ministerio de Salud israelí informó de un nuevo récord de infecciones desde que comenzara la pandemia de coronavirus, con 2.180 positivos.
El Ministerio de Educación israelí estableció un sistema escolar que combinará la formación presencial con la virtual, repartirá 150.000 computadoras portátiles entre las poblaciones más desfavorecidas y actualizará o integrará infraestructuras tecnológicas en los 3.600 centros escolares del país.
«Hemos ampliado la flexibilidad educativa, hemos asignado recursos tecnológicos a gran escala y hemos flexibilizado y reducido el alcance del contenido educativo para que las escuelas puedan organizar y planificar el año correctamente», explicó el director general de Educación, Ami Edri, citado por la agencia de noticias EFE.
El ministro de Educación, Yoav Gallant, señaló que en ciudades con altas tasas de trasmisión, 130.000 estudiantes no pudieron volver a clases a la espera que se estabilice la curva de infecciones. Hoy, el personal de los centros educativos ofrecía gel desinfectante en las entradas y advertía a los menores de que evitaran los abrazos cuando en algunos de los reencuentros entre compañeros intentaron saltarse la distancia social.
Israel sigue sin controlar una segunda ola de contagios de coronavirus surgida a mediados de julio, y la semana pasada volvió a superar las 2.000 infecciones diarias, en un población de casi 9 millones de personas, por primera vez en meses.
Los 2.180 positivos registrados ayer elevan a más de 117.000 el total desde el inicio del brote local, en marzo. Las muertes por Covid-19 se duplicaron el mes pasado desde los menos de 500 fallecidos a fines de julio a los 946 actuales.
Israel contuvo desde el principio la primera ola con estrictas medidas, incluido el cierre de fronteras, pero tras la reapertura entre mayo y junio, considerada apresurada, las infecciones no pararon. El país reactivó de forma gradual el sistema educativo en mayo, suspendido desde el inicio de la pandemia, y lo terminó en junio antes de lo previsto, tras detectar en los centros educativos focos de contagio y verse obligado a cerrar decenas de escuelas con positivos.
La segunda oleada de coronavirus, más fuerte que la primera, profundizó los daños en la economía israelí, con más del 21% de la población sin trabajar, unas 850.000 personas. La situación aumentó el malestar popular y derivó en grandes protestas contra el primer ministro, Benjamin Netanyahu, por cómo viene gestionando la pandemia.