Por José Odisio
Por José Odisio
La semana pasada escribí sobre la chance de Lionel Messi de jugar alguna vez en Newell’s. Y en esas líneas busqué describir esa sensación de ilusión del hincha leproso frente a la incredulidad de muchos a que esto realmente suceda.
Un par de días después nos enteramos que en España a la carta documento le llaman «burofax» porque el propio Messi le comunicó a Barcelona que hacía uso de una cláusula de su contrato y se iba después de casi 20 años en el club. Cataluña se conmocionó, y la novela pasó a ser tema principal de los medios del mundo. Y si bien Manchester City, PSG e Inter parecen ser los equipos con billetera para tentar a Messi, en el Parque muchos hinchas leprosos no pueden dormir a partir de la idea de verlo con la casaca rojinegra.
La realidad indica que hoy suena muy difícil que Messi venga a Newell’s. Si bien el propio Lio sueña con vestirse una vez de leproso, las condiciones de salida del Barsa pintan complicadas y es difícil que se pueda ir sin poner euros, millones de euros.
Pero el debate emocional del hincha leproso está complicado. Porque justo cuando va encontrando motivos lógicos y terrenales para pensar que la chance es nula, en España muchos medios no descartan a Newell’s como opción, detrás de los poderosos europeos. E incluso los hinchas de Barcelona prefieren que venga al Parque antes que a un club del Viejo Continente. Y esa sensación que desde Rosario se ve lejana, en Europa no parece descabellada. Así, las casas de apuestas ponen a Newell’s como uno de los lugares donde Lionel puede jugar, detrás del City, PSG, Inter o United, pero por encima de otros clubes ingleses, árabes o el fútbol chino.
Por si no alcanzara para martirizar y emocionar al corazón de los hinchas leprosos, el presidente Alberto Fernández hizo un pedido público para que Lio juegue en el Parque. «Danos el gusto de verte jugar en Argentina y vení a Newell’s, tu club», tiró el jefe de Estado el sábado, generando revuelo con una declaración que ya recorrió el mundo. Futbolero, fanático de Argentinos, el presidente expresó lo que muchos piensan, ¿o acaso no sería mágico ver a Messi jugando un año en Argentina?
La realidad hace pensar que a Messi le costará salir de Barcelona. Y seguramente la Fifa tendrá ingerencia en la definición. Y el City muestra las mejores cartas para tentar a Lio: Guardiola, su amigo el Kun y jugadores y plata para ofrecer. Pero en el mundo de los sueños, donde a veces es difícil distinguir si uno está despierto o dormido, ver a Messi con la casaca leprosa no parece tan irreal.