Para CLG por Fernando Cesaretti
1935. En el centro de la escena se observa al intendente Miguel Culaciati inspeccionando el solar donde se construirá el Museo Municipal de Bellas Artes. Este es una donación a la ciudad de Rosa Tiscornia en homenaje a su hijo, Juan B. Castagnino, destacado mecenas rosarino, fallecido recientemente en Buenos Aires a consecuencias de un accidente doméstico que hoy en la era de los antibióticos sería absurdo: habiendo sufrido un pequeño corte en la cara al afeitarse, se rascó la piel sin lavarse las manos (con las que había estado examinando una alfombra persa), lo que le originó una infección que derivó en una septicemia que le costó la vida.
El intendente aparece rodeado de funcionarios municipales y de parientes de Castagnino. Descontractura un poco la seriedad de la escena, la presencia de los pibes que se «cuelan» en ella.