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«Una niña inútil», el último disco de Cazzu


La última obra de la "jefa del trap" está inspirada en poemas de Alfonsina Storni y cuenta con otros ritmos como el R&B

Tras el éxito de su último tema con Bizarap, La cantante jujeña de música urbana Cazzu acaba de lanzar un ambicioso disco titulado “Una niña inútil”, inspirado en poemas de Alfonsina Storni y que en lo musical lleva a la artista por caminos de la música negra como el R&B.

Cada una de las canciones se llama igual a un poema de Alfonsina Storni, escritora que inspiró el concepto de este material. Empecé la elección de cada poema con dedicación extrema, leí todos sus libros y cuando hallé tanta información y críticas dignas de un genio feminista, hace 100 años atrás -dicho sea de paso-, decidí no obstinarme y responder a la primera intuición que me llevaba a conectar el poema con la canción, porque pensé que del primer modo ni siquiera hubiese podido finalizar la idea”, explica Julieta Cazzuchelli, en el booklet (sobre interno) del trabajo que ya se encuentra en todas las tiendas digitales.

En Spotify, donde está protagonizando las portadas de las playlists oficiales de Trapperz y Novedades Viernes Latinoamérica, tendrá un valor agregado, pues la plataforma ofrece una mirada más cercana a la inspiración de la artista con una lista de canciones mejorada con páginas animadas que reflejan el «diario» feminista de la actual Cazzu.

La considerada “jefa” de la música urbana argentina, Cazzu, explicó que su nuevo disco “habla de emociones reales y viscerales” y que al estar inspirado en poemas de Alfonsina Storni, “espera invitar a las jóvenes de esta generación a interesarse por la literatura” y el feminismo.

En el booklet del disco, sumó además definiciones muy personales sobre el feminismo, como donde señala que “este prejuicio contemporáneo sucede cuando disociamos el ‘empoderamiento’ del ‘amor’: “Pareciera que el amor y los sentimientos nada tienen que ver con ser una mujer fuerte y es ahí donde hacemos una conexión directa entre el ‘antisentimentalismo’ y el ‘girl power’. Luego de haber advertido este fenómeno me encontré en la necesidad de ponerlo en tela de juicio y lógicamente dentro de lo que me compete, la música”.

En esta línea, agregó que su nuevo disco “habla de emociones reales y hasta viscerales que han sido principalmente otorgadas a las mujeres, como el resentimiento y el interés sobre el amor y las relaciones, debido a la construcción de géneros a la que estamos sometidos”.

“Romance, dolor, celos, resentimientos, deseos de venganza, entre otros sentimientos y emociones a los que en realidad los humanos, en todas sus naturalezas, no podemos escapar pero por sobreentendida tecnología de géneros son temas dispuestos más para las mujeres, aún en este siglo. Lamento ser redundante, pero algo dicho dos veces permanece más que algo que se dijo una sola, y en estos temas dudo que estuviera de más”, sentenció.

El disco, que escapa a los ritmos más bailables de la música urbana, busca una intimidad y sensualidad que solo el R&B y el neosoul pueden darle y por eso la cadencia es mucho más relajada.

A estos aires se debe la participación de la argentina Chita en “Conversación”, que simula una charla telefónica con fuerte carga sentimental y sensual que, en tiempos de derribar prejuicios de género y sexuales, les queda muy bien a ambas.

La presencia de Francisca Gil, tal el nombre de Chita, reafirma la búsqueda de Cazzu dentro del R&B, ya que aquella cuenta con una voz que se desenvuelve en ese género con mucha calidez. Otra voz soulera es la del canario Choclok en la canción “La queja”, con toques muy románticos.

Los productores con los que Cazzu trabajó en este material fueron el mallorquín Rels B, que ha trabajado para los más importantes artistas latinos y ya lo hizo con Duki y con el propio Choclok, que también se encarga de producir beats para otros artistas.

Además, el booklet incluye los poemas de Storni que inspiraron las canciones como “Dulce tortura”, “Romance de la venganza”, “Miedo”, “Canción de la mujer astuta”, “Conversación”, “Capricho y “Queja”.

“Por 1919 se publicó en el diario La Nota una columna escrita por Storni llamada ‘Diario de una niña inútil’, donde empieza con la conversación que mantiene ella con el director del diario al que le reclama de alguna manera haberla invitado a escribir en la sección de ‘Feminidades’ como si su género solo le permitiera explayarse en un área dirigida únicamente a las mujeres”, relató Julieta Cazzuchelli, nacida en la ciudad jujeña de Ledesma.

Con mucha ironía, Cazzu incluye un párrafo en el que se anticipa a “pedir disculpas a los intelectuales que consideren que nuestro género musical y un emblema de la literatura rioplatense no tienen nada que ver entre sí”.

La jujeña explicó que tituló al disco de esta manera porque sintió “que entre tanto sentimentalismo explícito, aún en la actualidad, podría haber sido percibido como un disco que habla de simples e insignificantes caprichos de mujer”.

“Y para adelantarme a eso, a diferencia de las canciones, que se abrazan con poemas de amor, el título se amalgama con una de las críticas más sólidas que he leído sobre el feminismo ‘antiguo’, que de antiguo no tiene nada, ya que sus intenciones son tan adelantadas que son totalmente relevantes hoy mismo”, señaló.

Respecto de lo musical, Cazzu detalló que se trata de “un material de exploración musical dentro del género del R&B” que construyó con “un equipo de amigos a la distancia”: “Ellos en España y yo sola en casa. Quisimos dar una impresión de obra que funciona completa, es decir, las canciones están todas unidas entre sí y al mismo tiempo mantienen una autonomía”.

 

Para Cazzu, “la obra es la invitación a un viaje, un ‘trip’ audible que, si bien musicalmente tiene una forma ya dada por la letra y la música, es maleable según la subjetividad de quien lo escuche”: “Es importante para mí que la gente pueda moldear una canción a su estado de ánimo, a su situación sentimental o simplemente a su propia forma de interpretación emocional y creo que este es el caso más cercano a provocar dicho objetivo”.

Me di el gusto de hacer música sin reglas y experimentar -confesó la artista-, aún de una forma más profunda, y aclaro esto, porque siempre he hecho lo que me dictan mis propios deseos, pero nunca tanto como esta vez. Así fueron tomando solidez las canciones que elegimos muy cuidadosamente para no repetir escenas y creo, muy personalmente, que lo hemos conseguido”.

“Esta construcción lírica, y así le llamo por la carga sentimental que lleva, también es un momento de producir historias y circunstancias que he evitado tocar debido a un gran prejuicio auto ejercido y el cual creo que de alguna manera sufrimos las mujeres en los últimos tiempos dentro de la música”, dijo.

“Espero dejar aunque sea de manera tácita, -finalizó la artista- un canal que invite a les jóvenes de esta generación a interesarse por la literatura y sobre todo, en las bases de un movimiento indispensable para la evolución humana”.