Luego de ser rechazadas una decena de veces, el lunes habían sido autorizadas para ingresar a la provincia. Pero su padre murió el martes mientras sus hijas viajaban de provincia en provincia
La jueza federal de la ciudad fueguina de Río Grande, Mariel Ester Borruto, resolvió que Victoria y Antonela Garay, las hijas de Martín Garay, el hombre de 61 años que falleció el lunes en la localidad puntana de Quines por un cáncer de pulmón, deberán respetar las normas de protocolo impuestas por esa provincia, que incluye una cuarentena semanal en la Universidad de La Punta y no podrán estar en contacto con pobladores de San Luis.
Las mujeres, que viajaron en compañía de un menor con la intención de visitar a su padre enfermo, arribaron esta madrugada al puesto de Casimiro Gómez, donde les comunicaron que no podrán ir al domicilio de su madre, tal como lo habían solicitado, y deberán respetar la cuarentena para reencontrarse con su familia, que vive el duelo en Quines, distante 145 kilómetros al norte de la capital provincial.
El caso, que fue seguido por los medios locales y nacionales, generó controversias entre quienes impulsan el “cuidado del estatus sanitario” y quienes afirmaban que «se les debía otorgar el permiso por una cuestión humanitaria”.
La llegada de las hermanas a San Luis ocurre cuando se detectaron siete casos positivos de coronavirus en las últimas 24 horas, lo que tiene en alerta al Comité de Crisis y a los sanluiseños, ante la posibilidad que se registre mayor “circulación comunitaria del virus”, en una provincia que tiene 47 enfermos por coronavirus en total y ausencia de muertos por la pandemia.
La resolución de la jueza Borruto fue en respuesta a una medida cautelar interpuesta por las mujeres en Tierra del Fuego, ante la negativa del Comité de Crisis sanluiseño para ingresar a la provincia y resguardar “el estatus sanitario provincial y evitar el posible contagio del ahora fallecido por parte de sus propias hijas», que “provienen de una provincia que ha registrado 1698” casos durante la pandemia.
En la resolución, la jueza destacó que la medida peticionada constituyó “un pedido de particular excepción a la regla general en pos de lograr la contención y acompañamiento del grupo familiar y despedida final del señor Garay” y se relaciona “con el derecho de la salud, de índole sanitaria nacional y mundial, atento a la declaración de la pandemia de Covid-19 por parte de la Organización Mundial de la Salud”.
Con el fallecimiento de Garay, sus hijas continuaron el viaje para poder reencontrarse con su familia, por lo que deberán cumplir con las decisiones del comité de crisis plasmadas en los protocolos que alcanzan a todos los sanluiseños que ingresan a la provincia.
Anoche, el gobernador Alberto Rodríguez Saá recomendó a los habitantes de la provincia “no visitar la capital” debido al brote registrado, sobre el que las autoridades sanitarias darán una repuesta esta noche con medidas frente a esta situación sanitaria.
Pese a la decisión de la justicia federal, la abogada de las hermanas Garay, Emma Matorras, manifestó que la decisión no se ajusta a “lo que se pidió”, ya que “queríamos que el protocolo se cumpla en el domicilio de Quines, que hicieran la cuarentena junto a su familia”, para no sumar “más estrés a la situación”.