Será en reemplazo de Sergio Lanziani, que en esta nueva etapa pasará a depender del Ministerio de Economía
El nuevo secretario de Energía, Darío Martínez, asumirá este miércoles la conducción del área en reemplazo de Sergio Lanziani, que en esta nueva etapa pasará a depender del Ministerio de Economía. Esto se da en el marco de decisión en la que gobierno busca dotar de «una visión integral» al factor energético, de manera que incida en la estabilidad macroeconómica y en la competitividad del agregado de valor.
Martínez mantuvo el martes un encuentro con los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, para coordinar el traspaso de Energía y fijar los lineamientos de las políticas para el sector. El hasta ahora presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados expresó que el objetivo principal del gobierno nacional es «potenciar la producción y el trabajo”, y aseguró que “sin energía nada de eso es posible».
«Desarrollar nuestros recursos energéticos nos va a volver a poner en el camino del crecimiento”, afirmó el dirigente del Justicialismo neuquino, y aseguró que “el trabajo conjunto de todas las áreas y todos los actores le da valor agregado a nuestra energía e impulsa el desarrollo nacional”. Tras asumir funciones, se espera que Martínez confirme su equipo de colaboradores desde las tres subsecretarias que componen el organigrama y que son la de Energía Eléctrica, a cargo de Osvaldo Arrúa; de Hidrocarburos, con Juan Carbajales, y de Planeamiento Energético, con Juan Pablo Ordóñez.
El más inmediato de los anuncios que se estima tendrá a su cargo será la presentación final del nuevo Esquema de Gas 2020-2024 para promover la inversión y producción del sector; y que había sido discutido en las últimas semanas por Kulfas con los directivos de las petroleras productoras pero que no llegó a reflejarse en un anunciado decreto. También deberá encarar en el corto plazo la revisión de las pautas fijadas en la fijación del precio sostén para la comercialización interna de petróleo crudo -conocido como barril criollo- de manera de ajustar su implementación como parte de una revisión trimestral ya acordada.