Apostadas en la esquina de Mendoza y Avellaneda, las autoridades controlaron vehículos y patrullaron la zona para monitorear el distanciamiento social y el correcto uso del barbijo
Este sábado por la mañana el Ministerio de Seguridad de Santa Fe, en conjunto con la Secretaría de Control Urbano de Rosario, realizó un operativo de identificación de delitos predatorios en la zona de Avellaneda y Mendoza. En estas acciones buscan identificar posibles robos menores de billeteras, arrebatos o el accionar de mecheras.
Entre la policía provincial y los trabajadores municipales efectuaron tareas de control entre las cuales se destacaron la verificación de documentación en los vehículos, el correcto uso del casco en motocicletas y, con la participación de la unidad de automotores, buscaron coincidencia en número de chasis y motor. Desde las autoridades advirtieron que este accionar «no es algo que se haga todos los días», por eso remarcaron la importancia del operativo.
Además, terminado el control de vehículos, los efectivos patrullaron la zona para comprobar que se cumpla con la distancia social y el correcto uso de barbijos en comercios y la vía pública.
CLG dialogó con Alberto Mongia, subsecretario de Prevención y Control Urbano de la provincia, quien explicó que este tipo de controles busca desactivar estas transgresiones que «no dejan vivir en paz» a los santafesinos, ya que los predatorios, «como su nombre lo dice», transforma en «presa del delito» a la población. «Vivimos con miedo», resolvió el funcionario.
Estos operativos, contó Mongia, se realizan periódicamente en distintos centros comerciales o en zonas donde hay alta densidad poblacional e «intentan profundizar el control».
El propio funcionario sostuvo que con la apertura económica, tras la cuarentena por el coronavirus, el delito regresó, pero a partir de allí se promovieron este tipo de operativos para «estar una maniobra antes» de los delincuentes. Asimismo reveló que se «ha demorado a mucha gente».
Los controles nacen desde una mesa dispuesta por el Ministerio de Seguridad entre autoridades y comerciantes en la que conforman un mapa del delito. A través de ese diagrama, desembarca tanto la provincia como la municipalidad en la zona de conflicto. Para ello se tienen en cuenta días y franjas horarias, ya que según explicó Mongia, «esto es dinámica porque el delito se va corriendo».
Anteriormente se pudieron ver controles en la zona de Fisherton o el centro rosarino. Del operativo también participó Carolina Labayru, secretaria de Control y Convivencia de Rosario.