CLG dialogó con Lorena, que lleva adelante la olla popular, quien relató cómo surgió la iniciativa y las adversidades que enfrentaron
La olla popular «Ayudanos a ayudar», del barrio Stella Maris, fue una de las tantas instituciones solidarias que nacieron en plena pandemia, ante la enorme demanda alimentaria que surgió en las zonas más vulnerables. Llegaron a repartir hasta 530 raciones por jornada más una copa de leche a la semana, pero la falta de donaciones los obligó a reinventarse y ahora entregan bolsones de verduras y alimentos.
CLG dialogó con Lorena, que lleva adelante la iniciativa, quien contó cómo surgió la idea: «La idea surgió en el almuerzo de Pascuas de este año. Empezamos a desarrollarlo y arrancamos ese mismo miércoles. Éramos un grupo muy importante de personas, todo el barrio se había sumado a ayudarnos».
La olla popular se emplazó en Juan B. Justo 8609, pero las donaciones empezaron a llegar desde otras zonas de la ciudad: «No teníamos absolutamente nada, llegamos a ir hasta Cabin 9 a buscar un paquete de fideos porque no nos alcanzaba. Los mismos vecinos nos acercaban los alimentos para hacer la comida, era todo muy lindo, todo el mundo colaboraba».
La necesidad alimentaria en el barrio Stella Maris era muy grande en los primeros meses de cuarentena: «Primero dábamos las raciones tres veces por semana y algunos sábados dábamos la leche. Cuando se acomodó todo un poco, empezamos a dar la cena los lunes y miércoles, e incorporamos el viernes una copa de leche fija», contó Lorena.
La demanda era tal que llegaron a darle comida a más de medio millar de personas: «Llegamos a dar 530 raciones, en lo que fue el pico de necesidad«.
Sin embargo, las donaciones empezaron a escasear y cada vez se les complicó más poder darle un plato de comida a cada persona que lo necesitaba: «Hasta la semana pasada veníamos dando a aproximadamente 40 familias, es decir entre 160 y 200 personas».
«Ahora no tenemos tantas personas que tengan disponibilidad para ir a cocinar, además se complica mucho ir a buscar mercadería. No nos donan lo que es carne, pollo o menudo, y eso también nos hace tirarnos para atrás. Una chica del centro nos ayuda mucho con las verduras, pero se nos complica bastante ir a retirarlas», explicó.
«El gas también fue un problema, porque leña no podemos conseguir porque se necesita mucha cantidad y veníamos cocinando con garrafas. Cada tanto recibimos donaciones de dinero, pero lo usábamos para comprar justamente todo lo que es carne, y se nos iba la plata muy rápido», agregó.
Entonces, para no cerrar la olla popular y poder seguir ayudando de alguna forma, se reinventaron y se cambiaron a la modalidad de entrega de bolsones de alimentos: «Esta semana es la primera vez que los vamos a entregar».
Lorena explicó que las entregas serán mensuales: «El Banco de Alimentos nos da donaciones una vez cada 15 días. La idea es juntarlas para entregar un buen bolsón una vez por mes. No es mucho, pero no nos da para más».
En ese sentido, llamó a la solidaridad para poder cubrir toda la demanda: «Lo que estamos necesitando es botellas de aceite para poner en los bolsones. También nos sirve azúcar y leche. Si la leche es líquida, mejor, porque a veces la gente tiene el mal hábito de vender la leche en polvo».
Quienes estén interesados en ayudar a esta iniciativa pueden acercar las donaciones a Juan B. Justo 8609 o comunicarse al 341394280.