El mandatario norteamericano aseguró que Dios lo desafió a "reconstruir de nuevo la economía" en un acto de campaña en Minnesota
Donald Trump reveló que «habló con Dios» sobre la situación actual de la economía de Estados Unidos –inmersa en la crisis del coronavirus– y aseguró que Dios le dijo que «lo iba a ayudar» para que «reconstruya de nuevo la economía más grande en la historia del mundo».
Frente a un grupo de partidarios en Mankato, Minnesota, el excéntrico mandatario elogió su historial económico pre-pandémico que, según explicó, reflejaba un fuerte mercado bursátil, un crecimiento salarial de alrededor de un 3% de promedio y un bajo desempleo.
«Lo que hemos logrado juntos y lo que estamos haciendo juntos es nada menos que un milagro económico», señaló Trump a sus partidarios. «Construimos la mayor economía en la historia del mundo y ahora tengo que hacerlo de nuevo», añadió.
«¿Ustedes saben lo que esto? Sí, es Dios poniéndome a prueba», ironizó, para enseguida revelar los detalles de «la conversación» que tuvo con Dios. “ Yo le dije: ‘¿Acaso no hice un gran trabajo, Dios? Soy el único que podría hacerlo’. Y me respondió: ‘Eso no deberías haberlo dicho, ahora tendrás que hacerlo de vuelta'». Y en medio de las risas de sus seguidores completó: «OK, Dios, en eso estoy de acuerdo, me enganchaste. Pero yo lo hice una vez y lo haré de nuevo».
Y puso como ejemplo la creación record de empleo en los últimos tres meses, sin aclarar que aún así la desocupación resultante por la pandemia supera el 10 por ciento, una cifra solo comparable con la de la Gran depresión. El primer impacto del coronavirus provocó la pérdida de 22 millones de puestos de trabajo, lo que llevó la tasa de desempleo más allá del 16%. Cuando se empezó a levantar la cuarentena en la mayoría de los estados, se produjo la recuperación de una parte de esa caída, lo que llevó la tasa al 10,2%, solo comparable con la de la Crisis del ’30 que fue de 10,6. Para colmo, las cifras volvieron a tomar una tendencia alcista con el nuevo cierre de la economía en los estados adfectados por el nuevo alza de los contagios como Florida, California o Texas.
Pese al optimismo del jefe de estado, lo cierto es que en el segundo trimestre del año, el gasto de consumo y los negocios se desplomaron, según informó el Foro Económico Mundial. Además, el producto interno bruto cayó a una tasa anualizada del 32,9 por ciento. «La disminución más profunda de la producción desde que el gobierno comenzó a mantener registros en 1947», indicó el organismo.