El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Rosario, Cándido Santa Cruz, coincidió en diálogo con CLG con un relevamiento hecho a nivel nacional sobre los medicamentos más solicitados por la población
Un relevamiento realizado por la Confederación Farmacéutica Argentina (Cofa) y el Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal (COFyBCF) indicó que durante el primer semestre de 2020, tiempo marcado por la pandemia del coronavirus, las fórmulas anti-obesidad, vitamina C, pastillas para dormir y ansiolíticos figuraron entre los medicamentos más demandados por la población. En Rosario, el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Cándido Santa Cruz, confirmó en diálogo con CLG que las ventas fueron «en sintonía» con lo informado a nivel nacional y brindó detalles de las solicitudes específicas de los rosarinos.
Desde el día 1 del aislamiento social preventivo y obligatorio, las farmacias permanecieron abiertas para abastecer a los argentinos de los medicamentos y productos necesarios para el cuidado de la salud, siendo considerados negocios esenciales. Esto llevó a que se puedan distinguir diferentes etapas en cuanto a la búsqueda de productos. Al principio lo más demandado fue la vitamina C, de venta libre, y también los productos de higiene personal como alcohol, alcohol en gel, termómetros y barbijos de uso quirúrgico.
«El marketing que tiene la vitamina C sobre los efectos de mejorar las defensas de la personas fue un impulso para que todo el mundo saliera a comprarla», explicó Santa Cruz. Además, si bien coincidió en que se han vendido muchos productos hipnóticos y ansiolíticos, específicamente con el avance del encierro, destacó el gran expendio de analgésicos como ibuprofeno y paracetamol, que, junto con la vitamina C, son los productos «más requeridos» en las farmacias de la ciudad.
Sobre los elementos de higiene personal que escasearon entre marzo y abril y recién se regularizaron para fines de mayo y principios de junio, señaló que «cuando arrancó la pandemia la población se sobre estoqueó y compró tanto que hoy parece que hubiera caído la venta». Y agregó: «Si bien reconozco que la gente es prudente en este sentido, los barbijos se venden menos porque pasaron a ser una indumentaria más y se pueden conseguir en otros lugares».
Por otro lado, una de las preocupaciones principales de los médicos y farmacéuticos era el cumplimiento de los tratamientos crónicos, dada la dificultad de los pacientes para ser atendidos por sus doctores y conseguir las respectivas recetas. Sin embargo, Cándido dijo que «no notamos una merma en los tratamientos crónicos, a pesar de que quizás algunas personas abandonaron su medicación».
Otra demanda alta que tuvieron las farmacias durante el invierno fue la vacuna antigripal, que incluso llegó a agotarse en Rosario en el mes de junio: «La vacunación estuvo muy por encima de la media. Con respecto a años anteriores se triplicó la cantidad de gente que se vacunó», aseguró el titular del Colegio de Farmacéuticos de la ciudad.
Por último, al realizar un balance de la situación de los comercios, Santa Cruz indicó que aunque las farmacias estuvieron siempre abiertas, «las ventas están por debajo del histórico». Según detalló, se debe a que «la batería de productos que normalmente se requieren en invierno, hoy no se están solicitando producto por el aislamiento y la gente que se vacunó».
«Casi que no hubo gripes, se disminuyeron las afecciones respiratorias y nadie te consulta por un dolor de garganta o un jarabe para la tos», graficó el comerciante, y concluyó: «No es que haya mejorado la salud de la gente, pero sí no se dieron las afecciones normales que se desarrollan en todos los inviernos».