Duterte anunció un paquete de medidas en busca de reimpulsar la maltratada economía nacional
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, anunció un paquete de medidas que relajan la cuarentena por el coronavirus en la capital Manila y las provincias de alrededor, en busca de reimpulsar la maltratada economía nacional, en una arriesgada apuesta en el país con el mayor número de contagios en el Sudeste Asiático
A partir de mañana y hasta el 31 de agosto, Manila, Bulacan, Cavite, Laguna y Rizal -que suman 27 millones de habitantes, la cuarta parte de la población filipina- podrán retomar la actividad de casi todas sus industrias, mientras los restaurantes reabrirán al 30% de su capacidad y se reactivará el transporte público y las reuniones religiosas, también al 30% de su capacidad.
«La única solución disponible para la humanidad en este momento es la vacuna», señaló anoche Duterte, quien insistió en varios tramos de su discurso televisado en que el país no podrá volver a la normalidad hasta que no haya una vacuna disponible, informó la agencia de noticias EFE.
El pasado 4 de agosto el país había regresado a las restricciones y puesto en cuarentena a un cuarto de la población tras un récord de contagios del día anterior. El mandatario extendió su agradecimiento a Rusia y China, que según dijo, garantizaron que priorizarán a Filipinas en el suministro de sus vacunas patentadas.
«Me gustaría agradecer a Rusia, al presidente Vladimir Putin, y a China, al presidente Xi Jinping, por ofrecerse a proporcionarnos la vacuna tan pronto como sea posible para distribuirla al público. No puedo exagerar mi deuda de gratitud», dijo. «Pero recuerden que esto no es gratis porque, después de todo, no desarrollaron la vacuna sin un gran gasto además del esfuerzo humano que implica», matizó Duterte.
La decisión de aliviar el confinamiento generó una ola de críticas entre expertos de salud y la comunidad científica, ya que los casos de Covid-19 en Filipinas continúan su ascenso con más de 3.800 nuevos casos el martes, el 86% en la capital y alrededores, para llegar a los 164.474 contagios en el país, incluidas 2.681 muertes.
Expertos de la Universidad de Filipinas vaticinan que los casos en el país llegarán para final de mes a los 230.000 si se relaja el confinamiento, pero el Gobierno insiste en la necesidad de reactivar la economía para mitigar la grave crisis que ya se siente en el país, que impuso una de las cuarentenas más largas y estrictas del mundo.
Las provincias de Nueva Écija, Batangas y Quezon -en la isla de Luzón-, así como las ciudades de Cebú, Lapu Lapu, Mandaue, Talisay e Iloilo, en la región central, están en la misma fase de cuarentena que la capital; mientras que el resto del país está en una fase más avanzada de desconfinamiento, la última antes de la nueva normalidad