El Gobierno galo tuvo que salir a defenderse de las críticas que suscitó el permiso para la realización de un evento con 9 mil espectadores
El presidente francés, Emmanuel Macron, se vio envuelto en una fuerte polémica por haber autorizado un espectáculo masivo pese al aumento de casos de coronavirus en un lugar perteneciente a un político conocido, justamente, por ser su amigo.
El Gobierno galo tuvo que salir hoy a defenderlo de las críticas que suscitó el permiso para la realización de un evento con 9 mil espectadores en el Puy du Fou, el parque temático creado por Philippe de Villiers, político conocido por su amistad con el mandatario.
«No es ningún favor», aseguró hoy la ministra de Cultura, Roselyne Bachelot, en una entrevista al canal BFMTV, al referirse a la controvertida decisión de conceder ese permiso excepcional, cuando se ha negado superar el actual límite de 5.000 personas en partidos de fútbol.
La funcionaria afirmó que el espectáculo al aire libre respetó las reglas de distanciamiento de los espectadores, que estaban en tribunas de 3.000 plazas sin contacto unos con otros, todos sentados y con obligación de llevar tapabocas, reprodujo la agencia de noticias EFE.
Aseguró que la habilitación del espectáculo se explica porque sus responsables presentaron una solicitud y aplicaron los protocolos sanitarios que se exigían.
Y añadió que si otros hacen lo mismo y cumplen igualmente los protocolos, también se les permitirá superar el límite de 5.000 espectadores que va a seguir en vigor al menos hasta el 30 de octubre.
Las declaraciones de Bachelot llegan después de que el mismo Elíseo hizo saber ayer que Macron no había intervenido y que incluso se había «sorprendido» por una decisión que correspondió a la prefectura (delegación del Gobierno) del departamento de Vendée, donde se encuentra el parque.
La desmentida pretende apagar las sospechas de favoritismo que surgieron debido a que Macron, cuando era ministro de Economía en 2016, había hecho una visita al Puy do Fou para poner en evidencia su sintonía personal con el político derechista.
Unas sospechas de las que se hicieron eco algunos responsables de festivales y de instituciones culturales que se han sentido discriminados.
El director del teatro del Rond Point de París, Jean-Michel Ribes, se quejó por una actitud a la que tildó de «incomprensible» y con ironía comentó que «los dirigentes del Puy du Fou han realizado estudios científicos, según los cuales la Covid-19 detestaba su espectáculo y no iba a asistir» a la actuación.
En el fútbol, sin embargo, las autoridades rechazaron las demandas de clubes como el Olympique de Marsella, que esperaba que el partido inaugural de la liga, el próximo viernes ante el Saint Étienne, pudiera celebrarse con más de 5.000 personas en las tribunas.
El Marsella, que ahora ve incluso peligrar el partido por cuatro casos de coronavirus detectados en su plantel profesional, había solicitado dar acceso a 20.000 espectadores en un estadio con capacidad para 67.000.