Por Alejandra Pasino. historiadora, secretaria Académica de la Maestría en Historia Argentina y Latinoamericana (FFyL -UBA).
Sin duda escribir nuevas líneas sobre San Martín en una nueva conmemoración de su figura resulta complejo dada la gran cantidad y diversidad de trabajo sobre su trayectoria, la cual fue narrada desde mediados del siglo XIX, y abordada de acuerdo a las diversas necesidades de los tiempos históricos.
Debido a eso me parece interesante volver al origen de su formación, no escolar ni académica sino política, como constructor de la independencia de Hispanoamérica. Volver a sus años en Cádiz en el marco de la guerra de independencia española contra la Francia napoleónica y su breve estadía en Londres en el marco de la sociabilidad política diseñada por Francisco Miranda.
Para ello propongo tomar como punto de partida una breve referencia del célebre botánico Aimé Bonpland, para referirse a la capital británica como punto de encuentro de los revolucionarios americanos durante las primeras décadas del siglo XIX: «Londres, Cuartel general europeo de los patriotas de la emancipación americana» y desde allí poder pensar a San Martín como un actor, sin duda central, de la revoluciones hispanoamericanas».
San Martín antes de regresar a Buenos Aires se había desempeñado en el ejército español durante veintidós años. De ellos se destaca su actuación en los últimos tres en el momento en que se desarrollaba en España la guerra de independencia contra la invasión francesa. Momento central que dio origen a la Revolución Española (1808-1814) en la cual las armas fueron acompañadas por escritos y debates en torno a las nociones de libertad e igualdad para poner fin al absolutismo español.
Durante ese conflicto político y militar, la situación de los territorios americanos dependientes de la corona española ocupó un lugar central. Si por un lado los dirigentes revolucionarios peninsulares buscaron, con limitado éxito, lograr mantener la unidad de la monarquía a ambos lados del Atlántico, por otro algunos americanos residentes en España e Inglaterra comenzaron a reunirse para debatir el problema de la situación y la identidad americana, orientados por el ya célebre independentista caraqueño Francisco de Miranda.
Es pos de su objetivo independentista, Miranda había organizado junto a los americanos residentes en Cádiz y Londres la Sociedad de Caballeros Racionales o Gran Reunión Americana. San Martín participó de la misma durante su último año de residencia en tierras españolas, y en virtud de su adhesión a la causa americana, renunció al ejército español y se embarcó rumbo a Londres junto a otros americanos. Cuando arribó a la capital inglesa se sumó a la labor independentistas junto al rioplatense Carlos María de Alvear, los hermanos Zapiola, los caraqueños Andrés Bello y Luis López Méndez y el novohispano Servando Teresa de Mier. Junto a ellos participó de las reuniones que se realizaban en la casa de Miranda, quien ya se encontraba en Caracas junto a Simón Bolívar, donde no sólo conoció con mayor precisión la situación políticas de los territorios americanos, la posición británica frente al conflicto entre el gobierno español y las nuevas juntas de gobierno formadas en Hispanoamérica, sino que también pudo disfrutar y utilizar la magnífica biblioteca del dueño de casa. Con ese caudal de conocimiento y su pertenencia a la Logia americana arribó al puerto de Buenos Aires en marzo de 1812 para poner en marcha el proyecto independentista.