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El gran baile histórico en Lisboa


El encuentro entre Bayer Munich y Barcelona de hoy no puede dejar de verse una y otra vez. En realidad, fue un monólogo, pero no por eso aburrido y deslucido, todo lo contrario

Por Carlos Duclos

Para los amantes del fútbol, un deporte que requiere destreza, inteligencia, táctica y estrategia, el encuentro entre el Bayer Munich y el Barcelona disputado esta tarde en Portugal, en el marco de la Champions League, es un enfrentamiento que no puede dejar de verse una y otra vez. En realidad, fue un monólogo, pero no por eso aburrido y deslucido, todo lo contrario.

La aplastante y apabullante victoria por 8 goles contra 2 a favor del equipo alemán, mostró por parte de estos bávaros casi un fútbol perfecto: habilidad individual, idea de conjunto, gran preparación física y un esquema de juego que hace recordar a aquel legendario plantel de Holanda del año 1974 que pasó a la historia con el nombre de la Naranja Mecánica comandada por el increíble Cruyff y dirigida por Rinus Michels: atacan todos y defienden todos.

El Bayer fue hoy algo parecido, pero en versión mejorada (al menos en este partido): un bloque que ataca, un bloque que defiende. Velocidad apabullante para retornar luego de los ataques y una luz para ir arriba en bloque ¿Y el rival? El rival asediado permanentemente, presionado, neutralizado, bloqueado y finalmente frustrado y resignado.

Lo de hoy fue un gran baile histórico, una muestra de gran fútbol que tuvo jugadas maravillosas como la de Alphonso Davies que dio origen a uno de los goles. Un ballet bestial el del Bayer dirigido por el firme Hansi Flick, de quien una revista de deportes ha dicho antes del partido que se había achicado porque había tenido elogios hacia Messi. La verdad es que hay quienes dicen cualquier cosa, acaso por obra y gracia del mismo desconcierto y la misma confusión que tuvo hoy el equipo Catalán en Portugal.

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