El gobierno lo hizo con el objetivo de reducir los costos de tratamiento al implementar la obligatoriedad de cobertura integral por parte de obras sociales y prepagas
El Poder Ejecutivo promulgó hoy parcialmente la ley de fibrosis quística para que la obligatoriedad de cobertura integral por parte de obras sociales y prepagas incluya a los medicamentos genéricos, lo que según las autoridades sanitarias y especialistas «reducirá los costos» y permitirá garantizar el tratamiento «a todos los pacientes».
Es que el decreto 662/2020 publicado hoy en el Boletín Oficial elimina del artículo 6º la prohibición de «sustitución y/o modificación por parte de la obra social, empresa de medicina prepaga y del sector público de salud» de los medicamentos prescriptos por su marca comercial, para que sea compatible con la ley Nº 25.649 de genéricos.
La promulgación parcial de la ley 27.552 supone modificar en otros dos aspectos la norma sancionada el pasado 27 de julio, que declaró de «interés nacional» la lucha contra la enfermedad y estableció que las obras sociales y las entidades de medicina prepaga deben hacerse cargo del 100% de todas las prestaciones de diagnóstico, tratamiento y control.
El decreto modifica también los artículos 6º y 7º de modo que los tratamientos puedan ser prescriptos también por profesionales de la salud no médicos y elimina la vigencia de por vida del certificado de discapacidad por esta enfermedad.
«Había un artículo que obligaba a que el médico dijera la marca de un medicamento y que eso no se pudiera cambiar. Eso está en contra de la política argentina de hace muchos años», sostuvo el ministro de Salud, Ginés González García, en referencia a la ley de medicamentos genéricos sancionada en 2002.
En declaraciones a Radio 10, el funcionario opinó que el proyecto aprobado en el Congreso «obliga a un paciente no a que tenga que elegir un medicamento sino a pagar un precio, si usted prescribe una marca está vendiendo un precio».
Según el ministro, de esta manera el costo de los medicamentos podrían pasar de 300.000 dólares al año a 80.000, gracias a la sustitución por «un medicamento que no tiene patentes, que es de producción local y es mucho más barato que el de un laboratorio extranjero».
González García se mostró conforme con la promulgación de la norma y aseguró que «siempre dijimos que es una gran ley, que el objetivo era buenísimo pero la ley en algunos aspectos no nos gustaba; y eso hizo que ayer, en la promulgación, se hiciera un pequeño veto parcial pero muy importante».
Por su parte, la subsecretaria de Medicamentos e Información Estratégica del Ministerio de Salud, Sonia Tarragona, aseguró que con la promulgación parcial de la ley de fibrosis quística para incluir los genéricos «se reduce a un quinto el costo del tratamiento», haciendo más «sostenible» su cobertura por parte de obras sociales y prepagas.
La especialista afirmó que la promulgación parcial implicó «corregir algunas cuestiones que estaban planteadas de modo técnicamente incorrecto», por lo cual «se conservó el espíritu» de la norma.
«Se corrigió la frase que decía que el único autorizado para dar indicaciones de tratamiento era el médico y se dejó abierto a profesionales en general porque el abordaje de la enfermedad es bastante más amplio y hoy está centrado en los equipos de salud, saliendo del modelo médico hegemónico para adoptar uno más social e integral», dijo.
Respecto al certificado de discapacidad, explicó que «con esta concepción más dinámica de la salud, mañana puede aparecer un medicamento que cura la enfermedad» y entonces «no habría razón» para dar certificado de por vida.
Por su parte, el jefe del Centro Respiratorio del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Alejandro Teper, sostuvo que «la ley es positiva, dado que va a favorecer el acceso a los tratamientos a todos los pacientes y esto no cambia en absoluto con las modificaciones» que supone la promulgación parcial.
El neumonólogo pediátrico consideró «positivos» y «necesarios» los cambios porque es la manera de «garantizar el tratamiento integral de los pacientes» sin entrar en «contradicción» con la ley nacional de prescripción por genéricos.
Oscar Rizzo, el médico neumonólogo a cargo del programa de Fibrosis Quística del Hospital de Rehabilitación Respiratoria «María Ferrer», apoyó las modificaciones realizadas pero llamó la atención sobre la necesidad de que «las provincias suscriban ahora la norma» para que sea de cumplimiento efectivo en todo el territorio y de que la reglamentación pendiente incluya «alguna forma de financiamiento»
«La ley no resuelve el 100% de los problemas si no se consigue que haya un presupuesto específico para que todos puedan acceder a los medicamentos a través también de las obras sociales provinciales e Incluir Salud, y si no la suscriben todas las provincias», dijo.
Por eso, el especialista advirtió que «la reglamentación de la ley tendrá que hacerse con mucho cuidado», previendo «cómo se financian los medicamentos y tratamientos» y, en ese sentido, opinó que un antecedente a tener en cuenta es «el programa de VIH que, al tener un presupuesto propio, tienen acceso a la medicación todas las personas sin importar la cobertura que tengan».
En Argentina, «se entiende que hay entre 1.800 y 1.200 personas con fibrosis quística», aunque no hay estadísticas al respecto, afirmó Tarragona.
La fibrosis quística es una enfermedad genética que afecta principalmente a los pulmones, y en menor medida al páncreas, hígado e intestino, provocando la acumulación de moco espeso y pegajoso en estas zonas.
Es uno de los tipos de enfermedad pulmonar crónica más común en niños y adultos jóvenes, y es un trastorno potencialmente mortal, dado que los pacientes pueden fallecer por infecciones respiratorias.