Además, se refirió a la realidad económica del país y aseguró que es "muy cauto" sobre el futuro
El presidente Alberto Fernández se refirió este lunes a los pronósticos sobre la evolución de la economía para el año que viene y dijo que es «muy cauto». Además, habló sobre la realidad de Argentina con el coronavirus.
El mandatario destacó que «el mundo está dado vuelta» con la pandemia de coronavirus. «Habrá un barajar y dar de vuelta, y veremos dónde quedamos parados», dijo en declaraciones a la radio online FutuRock.
En cuanto a la situación de la pandemia en el país, dijo que es «el peor momento». Entonces, pidió a los argentinos «ser muy conscientes de los riesgos que estamos corriendo, que no han pasado y que debemos tratar con seriedad», y aclaró que «no está en discusión la libertad de la gente».
«Debemos ser muy cuidadosos. No tenemos el tema resuelto, estamos muy lejos de resolverlo», insistió. Y advirtió que ve «con mucha preocupación» el aumento de casos y agregó que observa también «una sociedad muy renuente a volver a la cuarentena» estricta.
«El botón rojo siempre está a mano», respondió el primer mandatario cuando le consultaron sobre la posibilidad de volver a un aislamiento más estricto. «Entiendo el hastío de la gente, pero recurro a la capacidad de reflexión de cada uno», aseveró.
Al cumplirse un año de las primarias que abrieron el camino a la Presidencia, remarcó que los integrantes de Frente de Todos fueron «capaces de lograr ese resultado» porque fueron «capaces de forjar una unidad» y entendieron «fortalezas y debilidades».
«Cristina Kirchner tuvo la amplitud y generosidad de acompañar. Ella creyó que yo era el mejor candidato. Lo importante es la unidad de criterio en las diferencias. Logramos un gran resultado y también en la general, producto de la unidad», manifestó.
Por otro lado, reafirmó que se necesita «saber qué pasó» con Facundo Astudillo Castro, el joven que fue visto por última vez el 30 de abril cuando salió de la localidad bonaerense de Pedro Luro, y sostuvo que «en un estado de derecho, la violencia institucional es inadmisible» y «no hay ningún espacio para la tolerancia».
«Si alguien hizo un acto ilícito, tiene que pagar las consecuencias. Estoy en contacto con la madre y muy atento al funcionamiento de la justicia. En un estado de derecho, la violencia institucional es inadmisible. No hay ningún espacio para la tolerancia», sostuvo.
Finalmente, habló sobre la reforma judicial y dijo que le parece «insólito» que la oposición no quiera tratar el proyecto en el Congreso. Además, sostuvo que forma «parte de la discusión hipócrita de la Argentina».
«Un día que llegamos y hacemos una propuesta seria, deciden no discutirla porque no les gusta una comisión que no tiene nada que ver con esa ley. Estoy asombrado. Me parece insólito que no la quieran tratar», remarcó.