El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que triplicará por decreto el salario mínimo nacional, que pasará a valer poco más de un dólar, en medio de una potente escalada hiperinflacionaria, medida que fue rechazada por la oposición.
El mandatario dijo que el aumento abarcará también a las pensiones de los jubilados y a una serie de bonos que paga el gobierno.
El salario mínimo pasó de 1 millón (0,38 dólares en el mercado negro) a 3 millones de bolívares (poco más de un dólar), mientras que el bono de alimentación obligatorio de 1,5 millones a 2,19 millones de bolívares para un ingreso mínimo nacional de 5,19 millones de bolívares, equivalentes a unos dos dólares en el mercado negro.
El ingreso mínimo se compone de la suma del salario mínimo y el bono de alimentación, que es lo mínimo que pueden pagar las empresas a los trabajadores.
Las pensiones de los jubilados fueron aumentadas de 1,4 millones de bolívares a tres millones de bolívares (poco más de un dólar en el mercado negro).
«Voy a decretar el aumento del salario mínimo a 3 millones de bolívares y el aumento del cesta ticket (bono de alimentación) a 2.196.000. Quiere decir que a partir de hoy los trabajadores van a recibir como ingreso mínimo 5.196.000», expresó Maduro anoche en un acto en Caracas, consignaron medios locales y la agencias de noticias DPA.
Este es el cuarto aumento del salario mínimo en el año, y que se anunció en medio de una inflación mensual que superó el 100 por ciento en el mes de mayo.
El anuncio recibió críticas de la oposición y especialistas, que dijeron que el aumento se convertirá en más leña para la hoguera de la hiperinflación.
«¡Cómo se burlan del pueblo! Otro logro del gobierno: con el aumento del salario mínimo en lugar de uno, se compran dos kilos de carne! Más hambre! Y ni una medida certera frente la crisis económica», se quejó en Twitter el ex candidato presidencial Henry Falcón.
Falcón, quien propuso la dolarización de la economía como oferta para las elecciones del pasado 20 de mayo que perdió ante Maduro, señaló que los venezolanos cobran en bolívares devaluados y gastan en precios en dólares.
Por su lado, el líder opositor Henrique Capriles señaló que el nuevo aumento salarial «ya es sal y agua».
«¿Será tan difícil de entender por el gobierno que el gran problema a resolver es la hiperinflación que liquidó el salario? Divida esos cinco millones entre el $ para remesas (2,2 millones de bolívares) y seguiremos teniendo el salario más bajo del planeta ¡Oigan al Pueblo!», señaló en Twitter.