"Como toda sustancia química, tiene su dosis tóxica y terapéutica, y por lo tanto hay que tener cuidado de no consumir ningún medicamento que no esté avalado", indicó Gusils León
El investigador de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y del Conicet, Carlos Horacio Gusils León, quien lidera un estudio sobre el uso del dióxido de cloro como desinfectante ambiental y de elementos de protección personal contra el coronavirus, desaconsejó su uso en tratamientos humanos «hasta que no haya estudios científicos y autorización de la Anmat que lo avalen».
«El dióxido de cloro es como toda sustancia química, tiene su dosis tóxica y terapéutica, y por lo tanto hay que tener cuidado de no consumir ningún medicamento o sustancia química que no esté avalada por un organismo oficial, que en nuestro país es la Anmat», dijo en diálogo con Télam Gusilis, docente de la UNT.
El doctor en bioquímica se encuentra a cargo de una investigación que analiza el efecto biocida del dióxido de cloro y se encuadra dentro de otro más amplio denominado «COVID-U-MAP: una plataforma para el mapeo ambiental de SARS-CoV-2 y otros patógenos emergentes en el Gran San Miguel de Tucumán», financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (Mincyt).
«Buscamos verificar si es posible aplicar el dióxido de cloro en el ambiente de una ambulancia o consultorios a partir de unas turbinas y en los tejidos de las telas de los elementos de protección personal para prevenir el contacto con el SARS-CoV-2», remarcó Gusils.
El investigador aclaró que «no debe haber ninguna persona en el interior del ambiente y debemos verificar qué sucede con las bacterias y virus cuando se ingresa en el ambiente, que debe tener los niveles de dióxido permitido (0,8 miligramos por litro de agua) o por debajo».
«Luego debemos hacer un estudio de eficiencia de desinfección del producto, que se realizará analizando su efecto sobre esporas bacterias, que son estructuras microbianas más resistentes que los virus, y por microscopía electrónica, donde podemos observa si está presente o no el virus en forma directa. Cuando se destruyen esas esporas, sería un indicador que se eliminan virus y bacterias», detalló.
En cuanto a la utilización del dióxido de cloro como tratamiento para combatir la Covid-19, Gusilis desaconsejó su uso «hasta que haya estudios científicos que avalen la posibilidad de emplear esta sustancia en humanos».
En el mismo sentido, se expresó días atrás la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que desaconsejó de manera «enfática» el uso del dióxido de cloro y sus derivados para el tratamiento contra el coronavirus tras constatar que es ofrecido «como milagroso» por algunas compañías o personas.
En las redes sociales Facebook y Youtube proliferan grupos cerrados y promociones de venta del dióxido de cloro o CDS para uso terapéutico en personas para combatir el nuevo coronavirus, e incluso el video de un supuesto científico alemán que recomienda su ingesta como «una solución para el Covid-19, enfermedades respiratorias y del Síndrome del Espectro Autista».
«En la biografía actual hay muchos trabajos que describen el uso del dióxido de cloro como desinfectante ambiental y hay pocos trabajos dedicados al tratamiento en personas», detalló Gusilis, quien insistió en que los estudios abocados al uso de la sustancia en humanos «necesitan una base científica más fuerte para poder recomendarlo».
«Muchos estudios se hicieron a nivel de animales, pero no es mi campo para dar detalles», añadió.
El investigador tucumano explicó que el «dióxido de cloro es un gas que se forma cuando mezclamos dos componentes: el clorito de sodio y un ácido que puede ser el clorhídico, sulfúrico y, ahora se está probando con el ácido orgánico, que es el ácido cítrico».