En el último mes hubo un crecimiento de 1.100% de los casos en las cárceles. La mayoría de los contagios se registran en el penal de Ezeiza
Siete presos murieron hasta el momento en cárceles federales como consecuencia de la pandemia de coronavirus, en el marco de un crecimiento de 1.100 por ciento de los casos en el último mes.
El dato fue confirmado a NA por el procurador penitenciario adjunto de la Nación, Ariel Cejas Meliare, quien señaló que en los complejos penitenciarios federales «hubo un aumento considerable de contagios, pero no escapa a la realidad que se vive afuera».
La cifra surgió de un relevamiento que hizo el organismo encargado de verificar las condiciones en que están detenidos los presos, y teniendo en cuenta todos los complejos penitenciarios federales del país.
Los casos crecieron repentinamente ya que en abril apenas había registrado un caso y desde julio se pasó de 20 contagios a 221, de acuerdo a los datos registrados el pasado martes por la Procuración Penitenciaria de la Nación.
La mayoría de los casos se registran en la cárcel de máxima seguridad de Ezeiza, seguido por la de Marcos Paz, y en tercer lugar el penal de Devoto en Capital Federal.
Las tres cárceles se encuentran en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la zona más afectada por la pandemia de coronavirus en la Argentina.
Justamente, en Devoto hubo un motín a fines de abril: los presos se quejaban de que no recibían insumos para protegerse del COVID-19 y que debido a la superpoblación estaban expuestos al contagio.
«Después del motín, se generaron mesas de diálogo y se logró frenar ese impulso», señaló Cejas Meliare sobre el estado de ánimo de la población carcelaria en torno al acecho del coronavirus en las unidades de encierro.
El funcionario destacó que se hizo un trabajo intenso para adecuar las instalaciones sanitarias de manera tal de dar respuesta a la atención y aislamiento de los pacientes Covid.
Por caso, detalló que en el penal de Devoto se acondicionó el gimnasio y un pabellón para ubicar allí 75 camas para pacientes con la enfermedad.
Sin embargo, reconoció que existen dificultades en algunos penales donde resulta necesario realizar traslados de internos al interior para poder liberar plazas para enfermos Covid.
También advirtió que cada vez hay más personal penitenciario que contrae la enfermedad y que por ende genera una merma en el personal de atención.