Pese a que había sido anunciado formalmente, el presidente Mauricio Macri decidió suspender su participación en el tradicional acto en Rosario por el Día de la Bandera por posibles protestas en su contra y frente a la eventualidad de que se produzcan disturbios.
«Con motivo de haber recibido notificaciones de los responsables de la seguridad presidencial y del Gobierno de la provincia de Santa Fe donde se indicaba que se debía reforzar las medidas de seguridad para evitar la posibilidad de que se generen disturbios en las calles de Rosario de organizaciones políticas, se suspenderá la asistencia del Presidente a esa ciudad para la celebración del Día de la Bandera», explicó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
El integrante del Gabinete contó que dialogó con el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, con quien coincidió «en que lo mejor es dejar que los vecinos rosarinos puedan disfrutar con tranquilidad de los festejos patrios».
«El Presidente tomó esta decisión basado en preservar ante todo la paz y la seguridad de los rosarinos y solicitó que se informara a través de la prensa de los motivos de la cancelación de su visita», completó el referente del PRO.