Para el ministro, uno de los problemas en la fuerza es que "hay muy poca vocación, es más bien una salida laboral"
A pesar del aislamiento, en los últimos meses se ha registrado un alto índice de inseguridad en todo el país. La provincia de Santa Fe no es la excepción. En Rosario, más precisamente las balaceras y los asaltos siguen siendo noticia cada semana. El ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Sain, se refirió a la situación que se atraviesa en el territorio provincial en diálogo con Radio 2.
«Santa Fe no fue la excepción de lo que pasó en el resto del país con la gestión de la seguridad pública. Cuando se atravesaron procesos de crecimiento de la tasas criminales, en los años 90, la política argentina, como para preservarse, le dio todo el poder a la policía para que trate de resolverlo. Y eso pasó en Santa Fe hace muy poco», dijo para comenzar.
De todas maneras, indicó: «No sólo crecieron las tasas, sino que transformó el fenómeno». «En Santa Fe hay mercados ilegales, de autopartes, de drogas. En el narcotráfico, no se matan por placer, se matan porque hay un negocio de muchísima rentabilidad detrás», añadió.
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«La policía en Santa Fe atravesó un proceso de descomposición enorme. En algunos aspectos no hay más policía en la provincia», analizó. Y remarcó: «Las unidades regionales se convirtieron en centros administrativos. Esto se fue descomponiendo y nadie le puse luz. El oficialismo lo ocultó, pero también lo ocultaron las oposiciones».
En cuanto a lo que encontraron al comenzar la gestión, señaló: «No imaginábamos el grado de deterioro». «No ha habido un sólo jefe policial que pusiera esto sobre el tapete, fueron los socios de la política que hundieron la policía. Estamos convencidos de que no podemos continuar con este esquema», advirtió.
Para el ministro, uno de los problemas fundamentales es que «acá hay muy poca vocación, es más bien una salida laboral». «La mayoría entra a la policía en la búsqueda de un empleo formal. El grueso proviene desde el norte de la provincia, que es el norte pobre», detalló.
«Cada vez que hay mucha recesión económica, hay un crecimiento del delito de calle. Tenemos una policía bastante parsimoniosa, en algunos lugares termino sospechando de la policía», sostuvo.
También, se refirió al accionar de la Justicia: «Hay sectores que trabajan muy mal y otros que trabajan bien, que contribuyen y están muy comprometidos». «No puede ser que haya fiscales que trabajen hasta las 18 y otros hasta las 13. Si pondríamos un reloj que controle el trabajo hasta las 18 de los fiscales, haríamos una revolución», manifestó.
En cuanto a las balaceras y al accionar de Los Monos, develó: «La banda en sí casi se desarticuló, lo que se reconstituyó es el Guille Cantero y ha montado una fabulosa estructura de extorsión a lo siciliana. Se meten con sectores empresariales que tienen alguna ilegalidad y se agarran de eso».
Por último, fue consultado por la pena de muerte y dejó en claro su opinión: «La pena de muerte es una burrada más grande que una casa. Tampoco creo en el sistema penitenciario que tenemos. El 90 por ciento de asesinatos por sicariatos son desde la cárcel, son las oficinas de este tipo de delitos».