La actriz y la periodista protagonizaron un agitado enfrentamiento en Twitter por política y los usuarios se involucraron
El cierre de la grieta política en Argentina parece ser un sueño utópico. Cada día, las redes sociales arrojan como resultado diferentes cruces que se desarrollan en el campo de batalla digital cuya principal temática es Macrismo o Kirchnerismo. En esta oportunidad, ingresó en esa misma rueda Florencia Peña y Lana Montalban, quienes protagonizaron un tenso cruce en Twitter.
Todo comenzó cuando un usuario compartió una nota publicada por La Nación en la que contaban que la actriz había mostrado una casa nueva y muy lujosa que contaba con pileta, bar y muelle. Fue entonces que la mujer expuso lo que pensaba sin filtro, recordando la preocupación que tenía Peña hace unos meses atrás cuando se desató la pandemia y se encontró con ajustes importantes en el bolsillo por el corte del teatro y la televisión en gran medida. «Hace 10 meses Flor Peña no tenía para comer y hoy muestra su lujosa nueva casa con bar, muelle y pileta. El kirchnerismo es prosperidad», lanzó con ironía la usuaria.
Fue con la venta de barbijos. Salieron como pan caliente. 😜✌️ https://t.co/o5LuCT49pi
— Florencia Peña (@Flor_de_P) July 31, 2020
Por esas casualidades la periodista se chocó de frente con dicha nota y el comentario de indignación de la joven mujer quien le adjudicaba sus actuales comodidades a su afiliación política y se sumó a su mensaje redoblando la apuesta: «Es el milagro K. De la indigencia a la riqueza en 10 meses». Al ver que la periodista de Univisión la había provocado, Flor no escondió la mano y le respondió con humor irónico: «Fue con la venta de barbijos. Salieron como pan caliente».
«No me da gracia tu chiste Florencia. Millones de argentinos la pasan pésimo y vos, que durante el gobierno democrático de Macri te hiciste la víctima, ahora exponés sin vergüenza tu riqueza, quizás mal habida solo por estar del lado del poder. El humor también desnuda miserias», le contestó muy polémica Montalban y agregó como una reflexión para sí misma: «Cuando me pongo a hablar contra un K, hago limpieza después. Muy purificador el proceso».