Sentite Mejor

Ánimo, comida y síntomas gastrointestinales en época de pandemia


Según la nutricionista Mariana Puhl, las causas digestivas de dispepsia las podemos diferenciar en dos grupos: causas "clínicas" y causas "psicológicas" 

 

Por Mariana Puhl*

La dispepsia se define como un trastorno de la digestión que aparece después de las comidas y cuyos síntomas más frecuentes son náuseas, pesadez y dolor de estómago, acidez, reflujo y flatulencia. Las causas digestivas de dispepsia las podemos diferenciar en dos grupos: causas «clínicas» y causas «psicológicas». Desde el punto de vista clínico, las causas más frecuentes son la úlcera gástrica o duodenal (por la ingesta de antiinflamatorios o por Helicobacter pylori) y la enfermedad por reflujo gastroesofágico; y desde el punto de vista psicológico, existen miles de disparadores que generan este tipo de síntomas digestivos, pudiéndose presentar en conjunto o aislados.

Como nutricionista puedo afirmar que cada vez es más frecuente escuchar que los pacientes no solo solicitan una consulta para bajar de peso, sino que muchas veces, y hasta a veces el único objetivo es poder controlar todo ese conjunto de síntomas gastrointestinales que generan tanto malestar gástrico y emocional diario. Frente a esta situación lo fundamental es indagar si existe algún antecedente clínico que cause los síntomas y a partir de esta respuesta comenzar el tratamiento. Si bien el tratamiento nutricional para la dispepsia es el mismo, en el caso de haber alguna afección clínica se debería tener en cuenta el tratamiento medicamentoso y agregarle el tratamiento nutricional para buscar el objetivo principal del paciente que es el «simple» alivio de los síntomas.

En la actualidad, en donde nos vemos inmersos en una incertidumbre constante, llevar a cabo una buena alimentación es fundamental para no seguir sobrecargando a nuestro «cuerpo- mente» de efectos negativos y sobre todo poder aliviar o eliminar esos síntomas digestivos que impiden, en muchos casos, llevar a cabo nuestras actividades diarias y que quizás en el futuro pueden llegar a predisponer algún tipo de enfermedad. Por otro lado, no puedo dejar de mencionar que el tratamiento psicológico es indispensable para acompañar el tratamiento nutricional ya que nuestro estómago es nuestro «segundo cerebro «por ende las emociones juegan un papel fundamental es este gran conjunto de síntomas digestivos.

Puntualizando el tratamiento nutricional debemos evitar alimentos muy grasos y con alto contenido de fibra (están mucho tiempo en estomago generando mayor liberación de ácido clorhídrico), chocolate, picantes, alcohol, café (contiene compuestos irritantes), bebidas con gas (no permiten un buen cierre del esfínter esofágico), cítricos, vinagre y aderezos (por ser muy ácidos). Por otro lado, es importante fraccionar la alimentación diaria en 4 a 6 comidas para que los volúmenes de cada una de ellas sean menores; evitar acostarse inmediatamente después de comer (tratar de esperar al menos 2 horas); recostase con la cama a 45°; bajar de peso en caso de que sea necesario; evitar fumar y no usar ropa muy ajustada porque aumenta la presión abdominal.

 

*Lic. en Nutrición (M.N 7062 – M.P 2609), integrante del Servicio de Nutrición del Sanatorio La Trinidad de Quilmes