Ezequiel Tronconi dirige y protagoniza su ópera prima que se estrena este jueves en la plataforma Cine.Ar. Antes del debut dialogó con CLG
Por Mario Luzuriaga
Julio termina con una película que interpelará a las parejas de la actualidad. Los miedos e inseguridades que viven los nuevos adultos son el principal conflicto para que se desarrolle «El encanto», ópera prima de Ezequiel Tronconi, que además es el protagonista de éste relato.
Tronconi interpreta a Bruno, un hombre que transita su última etapa de los 30, enólogo y casado con una importante chef llamada Julieta, interpretada por la bella Mónica Antonópulos. Ella tiene deseos de ser madre y él atraviesa uno de los conflictos que son recurrentes en la última época: estar preparados para la paternidad.
La película se estrena este jueves a las 20 y repite el sábado a la misma hora en Cine.Ar. El actor, y ahora director, comparte su experiencia al público de CLG.
«Fue un desafío co-dirigir junto a mi amigo Juan Pablo Sasiaín, con el que había hecho «La tigra Chaco», y el me propuso hacer esto que yo lo quería hacer, pero en algún momento lejano», contó Tronconi.
El actor cuenta que la historia tiene una poética especial y las actuaciones muy naturales de los personajes. Lo que ambos directores contaron fue una historia que pocas veces interpela al espectador de entre 30 a 40 años.
«Es un tema muy interesante y no está tan tocado en el cine, ni siquiera el hecho de encarar la paternidad, no está tratado ese ‘miedo’ que tienen. Y lo intentamos hacer de una manera poética pero natural, que la gente tenga empatía y pueda entrar en la historia», manifestó.
Tronconi se alegra de haber «contado con los actores ideales para esta historia, sin tener tantas preocupaciones, y fue muy placentero poder realizar la filmación; inclusive pudieron improvisar muchas escenas».
El intérprete define a su personaje: «Él quiere ser padre, no se anima a dar ese paso y querer aguantar o ‘bicicletear’ la situación. Pero también convive con el fantasma de ‘perder la libertad’; tiene miedo que un hijo lo termine erosionando».
Dos situaciones a destacar del filme: la primero es la relación que tiene su personaje con el de su padre, que lo interpreta Boy Olmi. Tronconi dice que aprovecharon la ‘magia’ que tiene Boy en la vida real para trasladarla a la película. «Con Boy logramos esa conexión con un trabajo de ensayos y vínculos, donde había un texto, pero que se cambió gracias a las ideas de él y entraron en la película». Y la segunda es su relación con su compañera y pareja en la ficción, Mónica Antonópulos. «Dan ganas de matarlo porque tiene una mujer hermosa y no pasa necesidades económicas; sino que el conflicto es de él», asegura.