Es según los valores del 2019, explicó la Asociación Internacional de Transporte Aéreo
Las aerolíneas latinoamericanas registraron en junio una caída del 29,4% en la demanda internacional interanual de carga aérea, según los datos suministrados este martes por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Este fue el desempeño más bajo de todas las regiones, ya que la capacidad ofrecida disminuyó 43.6%, lo que indica una reducción considerable respecto del mismo período del 2019 y refleja que la crisis por el coronavirus afectó de manera crucial a las aerolíneas con sede en América Latina debido a las estrictas medidas de cierre de fronteras de los países.
En tanto, a nivel global, junio mostró una mejora pero a un ritmo más lento de lo que sugerirían algunos de los principales indicadores tradicionales. La demanda, medida en toneladas de carga por kilómetro (CTK *), cayó 17,6% en junio en comparación con el año anterior, lo que implica una mejora modesta de la caída del 20,1% registrada en mayo.
La capacidad ofrecida, medida en carga disponible por tonelada-kilómetro (ACTK), se redujo en un 34,1% en junio en comparación con el año anterior, cifra que estuvo a la par con la caída interanual del 34.8% en mayo.
La capacidad de las bodegas en los vuelos regulares para la carga aérea internacional se redujo en un 70% en junio en comparación con el año anterior, debido a la retirada de los servicios de pasajeros por las restricciones por la Covid-19, aunque esto fue parcialmente compensado por un aumento del 32% en la capacidad ofrecida mediante el uso ampliado de aviones de carga.
«La carga es, con mucho, más saludable que los mercados de pasajeros, pero hacer negocios sigue siendo excepcionalmente desafiante. Si bien la actividad económica se reinicia después de las grandes interrupciones del cierre, no ha habido un gran impulso en la demanda», reflexionó Alexandre de Juniac, director general y CEO de IATA.
Agregó que «la prisa por llevar al mercado equipos de protección personal (EPP) se ha calmado a medida que se regularizaron las cadenas de suministro, lo que permitió a los transportistas utilizar opciones más baratas por mar y ferrocarril, mientras que la escasez de capacidad continúa porque las operaciones de pasajeros se están recuperando muy lentamente».