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Vuelta al cole: ¿en qué departamentos de la provincia volverán las clases presenciales?


Desde el gobierno de Santa Fe aceleran el retorno a las aulas en varias localidades. ¿Qué pasa en Rosario? Conocé los detalles del protocolo

Muchos departamentos de la provincia de Santa Fe empezarán las clases a partir de agosto con un sistema «bimodal» en el que se alternará la presencialidad con la enseñanza virtual y en forma escalonada, priorizando a las pequeñas localidades por sobre los conglomerados.

La ministra de Educación de la provincia de Santa Fe, Adriana Cantero, confirmó a Aire Digital que solo unas 400 escuelas de tan solo siete departamentos de la provincia podrían volver a recibir a alumnos en sus aulas, en cumplimiento de estrictos protocolos sanitarios.

El Ministerio de Educación releva los establecimientos de pequeñas localidades del centro-norte provincial para el regreso a clases Se trata de escuelas de menos de 200 alumnos, donde estos y sus docentes viven en la misma comunidad; ubicadas en localidades de menos de 7.000 habitantes del centro-norte provincial que no tuvieron un impacto significativo de la pandemia y donde fue difícil la conexión con los alumnos para el trabajo a distancia.

«Estamos hablando de escuelas pequeñas que tienen que funcionar con los protocolos, que pertenecen a la ruralidad, que cumplen con el criterio de burbuja comunitaria porque alumnos y docentes pertenecen a la misma localidad; y que no han sido impactadas por el covid-19. La selección estaría entre los departamentos San Martín, Vera, 9 de Julio, San Cristóbal, algo de General Obligado, San Javier y San Justo», confirmó Cantero.

La ministra indicó que los directivos de las Regionales de Educación correspondientes ya se encuentran relevando los establecimientos y seleccionando a los que cumplen con los criterios mencionados para un eventual regreso a clases.

Tres de los departamentos que en un primer mapeo podrían volver a tener alumnos en las aulas en las últimas semanas de agosto no registraron hasta ahora casos positivos de coronavirus: San Martín, San Justo y 9 de Julio. Mientras que Vera y San Javier solo registraron un caso, en San Cristóbal 20 y en General Obligado 23. Fuera de este mapeo quedan los departamentos del sur que se encuentran en riesgo por su cercanía con el Gran Rosario donde hay circulación comunitaria. También La Capital, a pesar de tener 47 casos de coronavirus y no registrar nuevos positivos hace 12 días, entre otros.

La ministra recordó que con el regreso a las aulas en estos pocos establecimientos buscan «que los chicos que no han tenido conectividad, tengan la oportunidad de la presencialidad», y volvió a insistir en que aún no hay fecha de regreso. Más adelante, las primeras dos semanas de agosto, estarán destinadas a la capacitación a docentes y asistentes escolares sobre protocolos sanitarios y nuevos formatos escolares a implementar.

 

¿Cómo sería el protocolo?

El protocolo nacional establece el piso de las pautas que deberán cumplirse. A partir de ahora, las provincias, de acuerdo a sus realidades, podrán definir sus propias reglas, pero solo si ellas implican medidas más rigurosas; nunca más laxas.

Así lucirán las escuelas argentinas hasta que la pandemia haya quedado atrás. La “nueva normalidad” que atravesarán se puede resumir en siete medidas:

  1. Agua, jabón y alcohol en gel

Debería formar parte de la normalidad, pero no es lo que sucede en muchas escuelas del país. Aquellas instituciones que deseen retomar la actividad presencial deberán contar con insumos básicos de higiene: agua potable, jabón, alcohol en gel y cestos de basura. En caso contrario, las autoridades son taxativas al asegurar que no estarán habilitadas para reabrir sus puertas.

 

  1. Ingresos espaciados

 

Los ingresos ya no serán, como solía suceder, todas a la misma hora, a las 7:30 en el caso del turno mañana. En cambio, habrá distintos turnos de entrada para los cursos que definirán las mismas jurisdicciones con sus escuelas.

La medida tiene un doble objetivo. Por un lado, evitar los aglutinamientos habituales que se dan en las puertas de las escuelas, donde confluyen los chicos de todos los grados y sus respectivos padres. Por otro lado, busca descongestionar el transporte público en las principales ciudades. Se calcula que más del 25% del movimiento, sobre todo en las regiones metropolitanas, se corresponde con la actividad escolar.

 

  1. Tapabocas en todo momento

 

En las escuelas habrá que acostumbrarse a mirar solo la mitad de las caras. No importa que sean alumnos, docentes, auxiliares o personal administrativo. Todos deberán usar tapabocas y en todo momento, más allá de que estén dentro de las aulas o en los espacios comunes de los establecimientos. Incluso los docentes, si lo desean, podrán agregar una máscara de acetato para mayor protección. Los únicos exceptuados serán los niños de nivel inicial.

 

  1. Distanciamiento social y asistencia alternada

En los pasillos, baños, patios y otros espacios comunes, el distanciamiento obligatorio será de 2 metros. En las aulas, con tapabocas y lavado de manos, será de al menos 1,5 metros. La medida llevará a dividir los cursos en dos o más grupos. Ya no podrán asistir todos los alumnos al mismo tiempo y se deberá complementar con educación en el hogar. Por ejemplo, un esquema posible sería: grupo A asiste lunes, miércoles y viernes, mientras grupo B asiste martes y jueves. Después de cada semana cambiarían el orden para repartir equitativamente los días.

 

Una de las recomendaciones que plantea Nación es un nuevo orden en las aulas, llamado “burbujas”. Es decir, en vez de la clase tradicional, los alumnos mirando hacia el pizarrón, proponen armar pequeños grupos de 3 o 4 chicos que trabajen en los vértices del aula. Según los especialistas, además de mejorar la socialización después de meses de confinamiento, facilitaría el trabajo si se detectara un caso sospechoso. En tal caso, en primera instancia, solo sería necesario aislar al grupo de pertenencia.

 

  1. Los nuevos recreos

 

Antes de la pandemia, era un ritual que a mitad de la jornada sonara el timbre del recreo y todas las divisiones salieran al patio al mismo tiempo. Ahora, el ritual quedará de lado. Buscarán que haya un turno específico para cada grado para evitar la interacción entre los cursos. Del mismo modo, los juegos tradicionales, como el fútbol o la mancha, estarán prohibidos. El objetivo, otra vez, es reducir el contacto físico al mínimo posible.

 

  1. Sin actos escolares

 

Las fiestas por las fechas patrias, con decenas o hasta cientos de alumnos, docentes y padres reunidos en un salón, obviamente tampoco se podrán llevar adelante. Los actos escolares se suspenderán hasta que se recupere la normalidad.

 

  1. Accionar ante un caso sospechoso

 

El primer paso ante la detección de un caso sospechoso será el aislamiento e hisopado del estudiante o docente en cuestión. Después se procederá al rastreo de sus contactos estrechos, los compañeros que tuvieron vínculo con él, para aisarlos y testearlos en caso de presentar síntomas. Al día siguiente, toda la escuela permanecerá cerrada y se suspenderá la actividad. Ese día será destinado a la desinfección.