Hugo Icazati renunció al cargo y se sumó el abogado Fernando Soto, el mismo que defiende a Luis Chocobar
Hugo Icazati, uno de los defensores del jubilado que mató a balazos a un ladrón en Quilmes, renunció al cargo. Ahora, a la defensa se sumó el abogado Fernando Soto, el mismo que defiende a Luis Chocobar, el policía que en 2017 mató a un delincuente en el barrio porteño de La Boca, informaron este lunes fuentes judiciales.
“Renuncié a la defensa anoche, decidí apartarme del caso”, confirmó este lunes por la mañana Icazati. En el escrito que le envió al fiscal de la causa, Ariel Rivas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI ) 1 de Quilmes, y que compartió con la agencia Télam, Icazati explicó los motivos de su renuncia.
«Atento a que viendo un programa periodístico, tomé conocimiento de que se incorporaría a la defensa, por decisión del Dr. (Marino) Cid Aparicio un nuevo codenfesor, Fernando Soto, con la intención de darle un nuevo enfoque a la defensa del imputado, muy distinto a la visión que del derecho tiene este letrado, viene por el presente a presentar su renuncia al cargo de defensor que venía ejerciendo a efectos de no entorpecer la estrategia que se le pretende dar al proceso, la cual no comparto”, afirmó. Con la renuncia de este abogado también quedó suspendida la ampliación de la declaración indagatoria que justamente el propio Icazati había solicitado para que esta mañana el jubilado Jorge Ríos (71) diera por primera vez su versión de los hechos ante el fiscal en los tribunales de Quilmes.
Por su parte, el abogado Soto confirmó hoy a esta agencia que se sumó a la defensa de Ríos en la causa por el homicidio de Franco “Piolo” Moreyra (26), que ahora estará llevada por él y por Cid Aparicio.
Icazati renunció a pocas horas de haber estado junto a Ríos en la nota que dio ayer al canal A24, en la que contó con más detalles cómo sucedieron los hechos.
El herrero jubilado admitió que, cuando estaba en su propiedad, primero disparó «tres o cuatro veces» pero «sin apuntarle» al delincuente, aunque luego dijo que, cuando salió a la calle, se le «nubló todo» y que no recuerda si le tiró cuando ya estaba caído en el suelo.
También, contó que, luego de las dos primeras veces que le entraron a robar esa madrugada, se dijo a sí mismo “estos desgraciados no me van a agarrar otra vez”, y preparó y dejó con seguro en un rinconero el arma que luego utilizó para matar al ladrón.
“Cuando me asomo por el tapial lo veo que está trepando por el techo (…) tiré tres o cuatro tiros sin apuntarle para ese lado y ahí me perdí», describió.
Sobre el desenlace del hecho, el hombre, actualmente bajo arresto domiciliario, contó: «Tenía una calentura. No veía nada. Estaba enceguecido, con bronca… Salí como un zombie, caminando, y llegué hasta la esquina. Lo veo y después se me nubló todo, ya no me acuerdo lo que hice».
El hecho ocurrió el 17 de este mes, cerca de las 5, cuando cinco ladrones ingresaron por tercera vez en la misma noche a robar a la vivienda de Ríos, ubicada Ayolas al 2700, en Quilmes Oeste.
El jubilado fue sorprendido mientras dormía, golpeado e intimidado con un destornillador por los asaltantes, por lo que extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros y les efectuó varios disparos con los que los hizo huir.
En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve que uno de los ladrones, luego identificado como Moreyra, quedó rezagado del resto de la banda porque estaba herido en un tobillo y trató de huir renguenado hasta que cayó a la vuelta de la esquina.
En los mismos videos se ve que Ríos salió armado de su casa y alcanzó a Moreyra, y lo pateó y revisó.
Si bien en la filmación no se observa a simple vista ningún fogonazo por la mala calidad de la imagen, la fiscalía cree que en ese sitio, a 60 metros de su casa y cuando Moreyra ya no representaba ningún peligro, el jubilado lo remató.
Por eso, Ríos está detenido con prisión domiciliaria como presunto autor de un homicidio agravado por el uso de arma de fuego, delito que prevé de 10 a 25 años de cárcel.
Por el caso, la policía ya detuvo a los cuatro presuntos cómplices de Moreyra en el asalto, identificados como David Ezequiel Córdoba (25), Cristian Chiara (23), Martín Ariel Salto (27) y Claudio «El Enano» Dahmer (27).