En la última semana, la cantidad de positivos saltó un 71%, sobre todo en la provincia de Amberes
El aumento de las infecciones por coronavirus en Bélgica, que saltó un 71% en la última semana y se concentran sobre todo en la provincia de Amberes, preocupan al gobierno local, que anticipó para el lunes la reunión de su Consejo Nacional de Seguridad para definir medidas adicionales de contención.
Según los datos publicados este domingo por el Instituto de Salud Pública belga (Sciensano), entre el 16 y el 22 de julio se registraron de media 255,3 nuevos casos diarios, lo que eleva la incidencia en el país a 24,6 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, por encima de sus vecinos de Francia (14,6) u Holanda (10,2), pero por debajo de España (39,4).
La mayoría se concentran en la provincia de Amberes, en la región de Flandes, en el norte del país, que con 805 nuevos casos la semana pasada, 520 más que la anterior, acumula casi la mitad de los 1.758 registrados en todo el país en ese periodo.
La situación llevó a la primera ministra, Sophie Wilmès, a adelantar a mañana el Consejo Nacional de Seguridad que estaba previsto el próximo jueves donde estudiarán posibles medidas adicionales para frenar el aumento de los contagios sobre la base de una nueva evaluación epidemiológica.
La ministra de Sanidad, Maggie Block, había sugerido hacer antes la reunión, en particular por la situación en Amberes, donde las autoridades provinciales resolvieron endurecer las restricciones con respecto al resto del país reduciendo de 15 a 10 el número de personas con las que cada ciudadano puede reunirse por semana (excluyendo compañeros de trabajo). En la noche del sábado, la policía de la ciudad de Amberes, capital de la provincia, tuvo que cerrar nueve locales de ocio por no respetar las normas contra el coronavirus.
Desde algunos sectores se había criticado al Gobierno por no reducir la «burbuja» de contactos a 10 personas para todo el país el pasado jueves, cuando el Consejo Nacional de Seguridad decidió ya posponer la entrada en una nueva fase del desconfinamiento debido al repunte de las infecciones. Esto supuso que se mantuviesen cerradas discotecas y salas de baile, así como el límite de 200 personas en interior y 400 en exterior para bares, restaurantes, teatros, cines y otros eventos.
Asimismo se endurecieron las normas sobre el uso de mascarillas, que desde este fin de semana es obligatorio en calles comerciales, mercadillos, ferias y lugares muy frecuentados, y se introdujo la obligación para bares y restaurantes de tomar los datos de contacto de los clientes para poder localizarles en caso de contagios, entre otras medidas, informó la agencia de noticias EFE.
Bélgica registró 65.727 casos de coronavirus desde el inicio de la pandemia, la mayoría (57%) en Flandes, y 9.821 fallecimientos.