Rafael Pineda, integrante de la Academia Nacional de Medicina, dialogó con CLG sobre la decisión del cuerpo legislativo de Caba de aprobar el protocolo para la Interrupción Legal del Embarazo
Una semana después de que la legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) aprobara la adhesión al protocolo nacional de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), siendo la novena jurisdicción en Argentina que lo hace, la Academia Nacional de Medicina (ANM) publicó un comunicado en el que se distancia de la decisión del poder legislativo porteño. «Es, sin dudas, una ofensa contra la vida humana», indicó a CLG el médico Rafael Pineda, integrante de la ANM.
«La Academia Nacional de Medicina ve con honda preocupación la legalización de un protocolo que atenta contra los principios consagrados por la Constitución Nacional, los tratados internacionales con los que el país está comprometido y las leyes nacionales«, comienza rezando el comunicado difundido por la ANM, que reafirma la consideración humana del niño por nacer, tanto científica como biológicamente, debido a que es un «ser humano cuya existencia comenzó en el momento de la concepción».
Rafael Pineda, ginecólogo miembro correspondiente de la ANM desde hace más de 10 años, en diálogo con CLG, remarcó que «una vez más» desde ese espacio aclaran «que la vida humana debe ser defendida desde la fecundación y hasta el último momento natural».
Además, sostuvo que la decisión de la Legislatura porteña «es, sin dudas, una ofensa contra la vida humana» ya que la misma debe ser defendida desde el punto de vista «antropológico y legal»: «La vida está defendida en la Constitución Nacional, no puede ser eliminada gratuitamente bajo ningún concepto ni circunstancia y menos en el momento de más vulnerabilidad que es en la gestación».
El ginecólogo rosarino de 76 años que es profesor de la Universidad Austral y fue docente de la Universidad Nacional de Rosario durante 42 años reiteró en varias oportunidades que el comunicado médico «es simplemente para defender la vida humana«.
La institución centenaria de medicina, según Pineda, «levanta su voz para defender la vida humana desde el punto de vista médico, porque nosotros cuando nos recibimos lo primero que declaramos es defender la vida humana desde su existencia hasta el fin natural de la vida«.
Estas palabras acompañan lo firmado en el texto, que afirma: «Hipócrates (filosofo considerado el padre de la medicina; A.C 460-A.C 370), hace 25 siglos prohibió a los médicos realizar abortos; esta norma se encuentra en el juramento hipocrático que los médicos de nuestros días prometen respetar al ingresar a la profesión».
La misma proclamación apunta que las instituciones no pueden desconocer el derecho de «objeción de conciencia» definido en el Articulo 14 de la Constitución Nacional. «Es un derecho natural (el de la objeción) y el médico puede aplicarlo en cualquier cuestión en la que crea que no debe participar«, señaló el experimentado ginecólogo y puntualizó: «Más en estos casos cuando el que interviene piensa que no es su derecho u obligación».
El texto de la ANM hace referencia a que la ILE atenta contra «la dignidad humana» y ante la pregunta de este medio sobre por qué se afirma esto, Pineda respondió con sencillez: «¿A vos no te parece que matar a una persona es ir en contra de la dignidad de la persona? Porque eliminar a un ser humano vulnerable en el seno de su madre es matar a un individuo y eso va en contra de la dignidad de las personas, porque su dignidad empieza en el momento de su fecundación».
Desde 2007 Santa Fe forma parte del grupo de provincias donde la ILE está presente, recientemente se sumó la Ciudad de Buenos Aires. Las otras que están adheridas son Buenos Aires, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, San Luis, Santa Fe, La Rioja y Tierra del Fuego. Por su parte, Chubut y Río Negro tienen su propio protocolo. En la vereda contraria, Catamarca, Chaco, Córdoba, Mendoza, Misiones, Neuquén, Salta y Santa Cruz, que no están alineadas con el protocolo que el actual ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, definió desde diciembre del 2019.
Hace ya más de 13 años, Pineda, siendo el jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, fue el primero en ampararse en la «objeción de conciencia» cuando se aprobó el protocolo en la provincia. En este sentido, aseguró que «nunca se hizo un aborto» bajo su periodo a cargo del servicio público (1979-2013).
En una mirada nacional, el médico de 76 años afirmó que «ningún protocolo del aborto se adecúa» al sistema de salud pública y lo justificó rápidamente: «(el aborto) No es un problema de salud pública, esté Rubinstein (ex secretario de Salud) o González García».
«El aborto no es un problema de salud pública, porque si las legislaciones de Argentina cuidaran la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, el aborto dejaría de ser un problema de salud pública», agregó el médico rosarino. Además pidió por el cuidado de la mujer vulnerable y que si «desde el primer momento» se abordara la ILE, no sería un tema de discusión. «Pero como en este país no se cuida a la mujer ni al niño vulnerable, bajo el manto equivocado de que el aborto es un problema de salud pública legislan en este sentido«, resolvió.
«Lo que hay que hacer es cuidar a la madre y al niño desde el primer momento de la gestación y entonces dejará de ser lo que ellos dicen, que es un problema de salud pública«, cerró Pineda.