El pasado miércoles había sido sometido a un nuevo test de coronavirus el cual dio positivo
Jair Bolsonaro sigue aislado por coronavirus y los casos dentro del gobierno brasileño no cambian la postura de sus cuidados. Sin embargo el pasado domingo, el presidente de Brasil se acercó hasta la puerta de la residencia presidencial para saludar y estar junto a simpatizantes que se acercaron en apoyo al mandatario.
El presidente salió de la casa por la tarde para presenciar la ceremonia de arrío de la bandera por parte de la Guardia Presidencial y se aproximó a sus seguidores, que habían estado varias horas frente al palacio en una vigilia convocada por pastores evangélicos para orar por la salud del mandatario.
A poco más de dos metros de distancia, Bolsonaro recorrió el parque donde estaban sus partidarios, muchos de ellos sin barbijo y sin respetar el distanciamiento social recomendado para prevenir el contagio de coronavirus, describió la agencia de noticias EFE.
“Vamos a caminar con la pandemia, vamos a salir de ésta; tenemos un excelente equipo de ministros, principalmente el de Salud (el general Eduardo Pazuello), y está todo dándose para que rápidamente vayamos construyendo el futuro de Brasil”, dijo Bolsonaro a sus seguidores, quitándose el tapaboca para hablar.
Más temprano, unos dos millares de simpatizantes de Bolsonaro, convocados por movimientos evangélicos, marcharon por Brasilia con 27 cruces -en representación de cada uno de los estados del país- para manifestar apoyo al mandatario y criticar a los gobernadores que decretaron cuarentenas.
Bolsonaro, uno de los presidentes más escépticos con respecto a la gravedad del nuevo coronavirus (al que en varias oportunidades calificó como “gripecita”), informó el 7 de este mes que se había contagiado de esa enfermedad.