CLG recorrió las calles de Rosario y preguntó qué es la amistad y cómo se vive en estos tiempos donde el coronavirus impide los habituales festejos
El 20 de julio de 1969 a Enrique Febbraro, mientras miraba las imágenes del Apolo 11 llegando a la luna, se le ocurrió una idea que quedaría inmortalizada a través del tiempo: festejar el Día del Amigo. Por eso, el médico argentino que llegó a ser dos veces candidato al Premio Nobel de la Paz envió miles de cartas a distintas partes del mundo con ese mensaje y cerca de 700 personas le respondieron su pedido. Nunca imaginó que más de 50 años después ese saludo a distancia se volvería a repetir producto de una pandemia.
«Los amigos son la familia que se elige«, se suele decir y es una frase que suele encajar perfectamente. Otras veces no y las amistades crecen sin darse cuenta, hasta que llega el momento que se ponen a prueba y manifiestan todo ese cariño, compromiso y altruismo por el otro. «Mis amigos son mis hermanos del alma«, rezó una rosarina ante este medio.
CLG habló con los rosarinos que se animaron a exponer sus sensaciones a este Día del Amigo especial, diferente y distante.
Todos coincidieron en que la amistad es algo «muy especial». Para emprender una amistad no importa ni raza, ni genero, ni religión. Los distintos significados expresan cada sensación personal, o no, de lo que representa poder contar con alguien «en las buenas y en las malas«.
«Le confiás cosas de tu vida que a otros no lo hacés«, definió una joven mientras miraba a su amiga. Una amiga también se transforma en un confidente, en un sostén, hasta algunos se animan, en forma ocurrente, a llamarlo «psicólogo personal».
El rosarino sabe lo «valioso» que es tener este tipo de relaciones y «cuando la amistad es sincera y se perpetua a través del tiempo sabés que esa gente está«, empleó otro sentado en una plaza pública.
Esa amistad es una «relación muy estrecha» y para fortalecer ese concepto el «tiempo» y la «confianza» juegan un rol muy importante.
Esa conexión, en estos tiempos donde el distanciamiento social reina en las calles de Rosario, busca sostenerse, aunque muchos reconocieron lo «difícil» que se torna.
Gracias a las redes sociales la mayoría sigue en contacto. «En este momento vemos lo qué es un amigo«, planteó una mujer y en este sentido, otra reflexionó sobre la amistad en esta coyuntura: «Es sentirse acompañado y contenido, más en estas épocas«.
Las reuniones se postergaron. Los bares ya no se colman de grupos de amigos y los parques dejaron de lado esas tardes con miles de personas compartiendo un mate. La cotidianidad se cortó, sin embargo la amistad prevaleció: «Cuesta, no nos vemos y nos tenemos que divertir por teléfono«, aseguró una de las consultadas por CLG.
En este contexto, la voz de la cordura prima, y «hoy en día tenemos que ser consciente y pasarla lo mejor posible«, puntualizó un hombre sobre los encuentros por este día festivo.
Un festejo «atípico»
Todos los 20 de julio se presenta como una jornada de festejos y los bares de Rosario suelen tener reservas con semanas de anticipación ya que las mesas son difíciles de encontrar en los paseos gastronómicos. Alejandro Pastore, presidente del Paseo Pellegrini, marcó esta jornada como «un día atípico» al que se vivía año a año.
Sin embargo, reconoció que el fin de semana la actividad estuvo «un poco mejor» que las últimas semanas y que este lunes se presenta como «un fin de semana«. Siempre teniendo en cuenta la capacidad reducida que implementó el municipio y la restricción de comensales por mesa.
Aunque aclaró que este Día del Amigo está «muy lejos de los festejos a los que estábamos acostumbrados con Rosario, como capital del día del amigo«.