Mahmud Musavi había sido condenado a muerte el pasado 9 de julio
Irán ejecutó este lunes a Mahmud Musavi, el supuesto espía de los servicios de inteligencia israelíes (Mossad) y de la CIA estadounidense a quien la República Islámica culpó de facilitar la información sobre el paradero del general iraní Qassem Soleimani, que terminó con el asesinato del militar en un ataque de Estados Unidos en Bagdad.
Musavi, que había sido condenado a muerte el pasado 9 de julio, fue ejecutado a primera hora, según informó la agencia de noticias judiciales de Irán, citada por la cadena estatal Press TV. La justicia iraní sostiene que Musavi se contactó con el Mossad y la CIA para ofrecerles la información que había recabado sobre diversos asuntos relacionados con la seguridad, entre ellos las Fuerzas Armadas y su tropa de élite, la Fuerza al Quds de la Guardia Revolucionaria, que comandaba Soleimani.
Teherán asegura que Musavi espió a Soleimani y otros altos cargos militares de la República Islámica y le entregó esa información a los servicios de Inteligencia del Mossad y la CIA a cambio de dinero. De acuerdo con la agencia judicial, Musavi era un iraní que se trasladó hace años a Siria con su familia por los negocios de su padre.
Allí trabajo como traductor para una empresa vinculada a Irán, por lo que regresó con el estallido de la guerra siria, en 2011. De vuelta en Irán, intentó establecer contacto con asesores militares del régimen de los Ayatollah, un «comportamiento sospechoso» que desencadenó una investigación más profunda en la que habría sido descubierto como espía del Mossad y la CIA.
Soleimani fue asesinado en un ataque perpetrado el pasado 3 de enero por drones no tripulados de Estados Unidos en el aeropuerto de Bagdad, donde iba a reunirse con las milicias chiítas de Irak, cuyo «número dos», Abú Mahdi al Muhandis también falleció. En respuesta, Irán lanzó misiles balísticos contra dos bases estadounidenses en Irak.