El secretario de la Cámara Argentina de Comercio, Mario Grinman, expresó su "preocupación" por las "diferencias que existen dentro del Gobierno"
El secretario de la Cámara Argentina de Comercio, Mario Grinman, aseguró hoy que hay «un sector» del Gobierno que «no quiere el diálogo con los empresarios», y consideró que esa actitud puede dificultar la salida de la crisis.
El dirigente expresó su «preocupación» por las «diferencias que existen dentro del Gobierno».
En ese sentido, comentó: «en estos últimos hubo situaciones que nos generan preocupación y dudas, como las diferencias en el propio Gobierno».
«Hay un sector del Gobierno que no quiere el diálogo con los empresarios, Las actitudes de ciertos sindicalistas van hacia ahí también. El camino no es ese, porque si no se logra un discurso y una estrategia única de parte del Poder Ejecutivo, lo que hoy es difícil, mañana puede ser imposible», alertó el empresario, en declaraciones radiales.
A la vez, insistió en que «hay enfrentamientos dentro del oficialismo. Hay críticas al accionar de (Alberto) Fernández de su propia tropa. Es un Presidente que tiene ganas de hacer cosas distintas, pero dentro de su propio espacio no lo quieren dejar».
Grinman sostuvo además que en la Argentina «hay una cultura de destrato al empresariado», y puso como ejemplo los bloqueos que realizó el Sindicato de Camioneros en plantas de distribución de la compañía Mercado Libre.
«Fue una medida de fuerza extorsiva. Ese no es el modo de generar una mesa de diálogo. No me pueden poner un camión en la puerta para que yo no pueda trabajar y tenga que ir a una mesa de diálogo», se quejó.
Por otra parte, el empresario admitió que la actividad mercantil «no tiene buenas expectativas» de vender más por la apertura gradual de la cuarentena.
«La expectativa no es muy buena. Lo que sí es bueno es tener la posibilidad de abrir. Pero abrir no significa tener ventas.
La gente no tiene mucho dinero y lo quiere reservar, porque no sabe cómo sigue esto», evaluó el dirigente.
Según Grinman, «el futuro es bastante complejo. Las aperturas son positivas en términos psicológicos, pero no necesariamente en términos económicos».
Por último, el dirigente aseguró que en el país «pagamos tremendos impuestos y no tenemos contraprestaciones como las hay en el Primer Mundo».