Se trataría de una estructura conformada con el objeto de comprar más dólares que el tope de 200 unidades mensuales y así obtener una diferencia con la brecha del mercado oficial y el blue
La suspensión de 362 cuentas dispuesta por el Banco Central podría ser el primer paso para desentrañar una estructura conformada con el objeto de comprar más dólares que el tope de 200 unidades mensuales y así obtener una diferencia millonaria con la brecha entre la cotización oficial y la del mercado paralelo o «blue».
Las cuentas bancarias empleadas tienen como titulares por lo general a personas de bajos recursos e incluso indigentes, denominados en la jerga financiera como «coleros digitales», que acceden a la operación a cambio de sumas variables de dinero como parte de una estructura piramidal, según averiguó NA.
El rédito de la operatoria se basa tanto en la prohibición vigente para la compra de más de US$ 200 mensuales por persona como en la diferencia en las cotizaciones oficial e informal.
Con las actuales cotizaciones ($97,825 del dólar PAIS y $130 del blue), la ganancia bruta por cada cuenta llegaría a $6.435, de los que habría que descontar las comisiones que se le pagan al prestanombres o «colero digital». Con ese descuento, la ganancia neta por cada cuenta podría estimarse en $5.500, un 26,8% en pesos en un mes, una rentabilidad impensada en cualquier otra clase de operación financiera legal.
La ganancia total depende de la cantidad de cuentas de «coleros» que pueda reunir una estructura, pero en el caso de que se lleguen a juntar 200 se obtendría un poco más de un millón de pesos.
Las sospechas en el Banco Central sobre la conformación de estas estructuras ilícitas fueron tomando cuerpo hace por lo menos dos meses, a medida que se hizo evidente el crecimiento de la cantidad de personas humanas que compraba dólares para atesoramiento.
Según los informes cambiarios que el BCRA elabora mensualmente, de las 400.000 personas que compraron dólares para atesoramiento en marzo se pasó a 2,4 millones en mayo.
Las propias entidades del sistema financiero (obligadas por lo establecido en la ley Penal Cambiaria N° 19.359) reportaron los movimientos inusuales al BCRA que, con los datos disponibles, pudo diseñar un esquema genérico de cómo funciona la nueva estructura de «coleros digitales».
Se pueden valer de cuentas ya existentes o bien se abren nuevas y una vez que se junta un número considerable, ya se está en condiciones de montar una estructura piramidal. En la base, las primeras cuentas reciben transferencias de pesos y compran los US$ 200 permitidos como máximo, que son transferidos a cuentas del escalón superior, hasta llegar a la cima de la pirámide.
Por el momento, el único caso que derivó en la intervención del BCRA fue la suspensión este viernes de 362 cuentas con movimientos inusuales en el banco digital Brubank, pero en los días venideros podrían conocerse casos similares con cuentas de otras entidades del sistema financiero.
El BCRA ya dispuso la apertura de las investigaciones y citará a los involucrados: la ley indica que serán pasibles de enfrentar un proceso penal, recibir multas de entre una y diez veces el monto de la infracción cometida y, en caso de reincidencia, penas de hasta ocho años de prisión.