Convocados por agrupaciones ecologistas, decenas de personas reclaman en el Puente que terminen las quemas en las islas y piden la sanción de la ley de humedales. El tránsito fue liberado
Este sábado, organizaciones ecologistas de Rosario realizaron una protesta en contra de la catástrofe ambiental que significan los incendios intencionales en las islas y en reclamo de la sanción de la ley de humedales. La misma interrumpió el tránsito en el puente Rosario Victoria por casi dos horas. Tras un momento de tensión con camioneros que debían trasladarse por la traza, se liberó el tránsito.
Bajo las consignas #BastaDeQuemarElHumedal y #LeyDeHumedalesYa unas 200 personas, manteniendo la distancia social, llegaron hasta el puente en bicicleta y con carteles, para hacer escuchar el reclamo. La marcha fue convocada por integrantes de organizaciones ambientalistas, y se sumaron vecinos autoconvocados, que se concentraron en la cabecera de la conexión vial con la provincia de Entre Ríos para reclamar un cese de los incendios en los humedales.
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El humo por los incendios en las islas en el Delta invade a Rosario y no sólo se vuelve perjudicial para la salud, también significa un daño ambiental grande para la flora y fauna del lugar, que sufre por el fuego y sus consecuencias.
Por casi dos horas, ambas manos de la ruta a Victoria estuvieron cortadas y se liberaron pasadas las 17.
Los autoconvocados reclamaron además que «se sancione e implemente la Ley de Humedales para proteger un recurso natural clave para el sostenimiento del medio ambiente de la zona pampeana», dijo el representante de la ONG STS Rosario, Pablo Botta.
«La marcha surge por el hartazgo que hay de levantarse en Rosario y respirar humo, por eso los ciudadanos nos autoconvocamos», remarcó.
«Las diferentes organizaciones que se sumaron a la marcha vienen trabajando desde hace años en una ley de protección del humedal, pero las quemas indiscriminadas, que hasta por momentos parecen una provocación, nos hicieron tomar medidas más fuertes», sostuvo.
En ese sentido, consideró que «parecen agresiones directas al ambiente, sin justificativos por parte de los dueños de las tierras».
«Los privados tienen que dejar de provocar este daño y los Estados tienen que hacerse responsables de su inacción, por eso pedimos medidas, para que no siga sucediendo», finalizó.
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