Acusado de corrupción, Boiko Borisov es presionado por el pueblo de Bulgaría para dimitir de su cargo
Manifestantes búlgaros acusan al primer ministro Boiko Borisov de corrupción y por eso llenan las calles de Sofía, por noveno día consecutivo, para exigir la renuncia del mandatario. Además, repudiaron el accionar de la junta directiva de la televisión pública (BNT) ya que presuntamente despidieron a varios periodistas que habían criticado a miembros del gobierno o a socios ultranacionalistas de la coalición.
«Mafia» y «Dimisión» gritaban los manifestantes que, como en las jornadas anteriores, marcharon por varias calles céntricas de Sofía antes de regresar a su punto de partida, el llamado «triángulo del poder» (el espacio entre las sedes del Gobierno, Presidencia y Parlamento), donde suelen permanecer hasta la medianoche.
La administración de Borisov es criticado por varios escándalos de corrupción que comprometen al sistema judicial y altos funcionarios.
Un informe de 2019 del Centro para el Estudio de la Democracia en Sofía dice que en el país por lo menos el 35% de los contratos públicos involucran prácticas corruptas. Y Transparencia Internacional clasifica a Bulgaria como el país más corrupto de los 27 países de la UE.