Informes CLG

A 10 años del matrimonio igualitario: el camino hacia una ley histórica


El 15 de julio de 2010, Cámara de Senadores sancionó la ley de matrimonio igualitario. CLG dialogó con referentes de la región que participaron activamente del proceso, quienes detallaron cómo se fue gestando el proyecto

Por Andrea Astiasuain

La madrugada del 15 de julio de 2010, con 33 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones, la Cámara de Senadores sancionó la Ley de Matrimonio Igualitario. Tensiones, nervios y algarabía fueron algunas de las sensaciones que atravesaron a cada persona que escuchó el resultado final de aquel proyecto que se empezó a construir varios años antes en la sociedad civil.

Hoy, a 10 años de la sanción que permitió que más de 20.244 parejas se casaran, CLG dialogó con políticos y referentes que participaron activamente de aquel momento histórico para la comunidad LGBTQI+ y para la sociedad en su conjunto.

Silvia Augsburger fue una de las principales impulsoras de esta ley en el Congreso de la Nación, un proyecto que venía presentando desde el año 2005 cuando presidía el Bloque Socialista en la Cámara de Diputados.

“La iniciativa, que venía perdiendo estado parlamentario cada dos años, la presentamos a pedido de la Federación Argentina LGBT+ (Falgbt) que receptaba el pedido de los activistas españoles, sobre todo de Pedro Zerolo y de Beatriz Gimeno. En España se había aprobado la Ley de Matrimonio Igualitario y tenían la visión que, de aprobarse en otros países de América Latina, iba a fortalecer el proceso español e impulsaban fuertemente que se aprobara en Argentina”, explicó Augsburger.

“En junio de 2009, cuando se terminaron las elecciones nacionales, había un recambio de la composición del Parlamento y el oficialismo de ese momento perdía la mayoría absoluta. Vilma Ibarra – redactora del proyecto junto a Augsburger – presidía en ese momento la Comisión de Legislación General y propone abrir el debate, con la convicción de que aunque no se llegara con la ley al recinto, el debate ayudara a generar consenso social”, detalló la referente de Igualdad.

“En julio, agosto del 2009, se empieza a trabajar planteando la apertura del debate y allí se instala el tema en la agenda pública y va ganando cada vez más consenso, sobre todo en los medios de comunicación y en los sectores culturales que rápidamente fueron apoyando las acciones públicas que hacía la Falgbt, que fue conduciendo todo este proceso”, agregó.

Esteban Paulon, actual vicepresidente de la Falgbt, destacó que no se puede explicar la sanción del matrimonio igualitario sin entender el contexto histórico.

Paulon destacó la «composición determinada del Congreso y la voluntad política del gobierno de ese momento de acompañar al colectivo en la demanda para que finalmente pueda ser ley». «También en el año 2005, desde que se conforma la Falgbt, aparece una herramienta política, un actor de la sociedad civil que representa una población que hasta ese momento no había estado representada en los ámbitos públicos masivos”, indicó.

“La Federación se propuso, primero, como un espacio de transversalidad política, porque quienes conformamos la federación provenimos de distintos espacios y con la causa LGBT como primera bandera, pero también la conforman muchas personas que no venían de la política partidaria y ese trabajo conjunto nos dio una fuerza muy importante y una inserción en lo institucional y en la vida cotidiana. Teníamos una herramienta política que llevó adelante una campaña, que generó las acciones, que fue la cara visible y que definió la estrategia, tanto judicial como parlamentaria”, agregó.

De la calle a los pasillos del Congreso: la generación del consenso

Argentina se convirtió en el primer país de América Latina y el décimo en el mundo en aprobar la unión civil entre personas del mismo sexo. El consenso para su aprobación se fue gestando en distintos espacios con diferentes estrategias, desde los medios de comunicación, pasando por la calle y hasta en los pasillos del Congreso de la Nación.

“Las caras visibles del activismo como Esteban Paulon, Bruno Bimbi, Maria Rachid, junto a miles de activistas anónimos, pelearon con fundamento y dando el debate en cada lugar. Hacían lo que se conoce como «lobby parlamentario», entrevistando a cada legislador para convencerlo de la importancia, dándole todos los elementos para poder defender el proyecto. Lo mismo hacíamos tanto yo como Vilma Ibarra, pero lo que presionó fuertemente fue el consenso social que se fue dando en la calle con las diferentes actividades”, explicó Augsburguer.

“Sobre todo con familias que volvían a encontrarse. Muchos jóvenes homosexuales que habían decidido dejar sus casas, que habían sido expulsados de sus familias por su orientación sexual, pudieron volver a reencontrarse y darse los argumentos y los elementos para el debate mostrando que la homosexualidad no era relevante para el amor y que era una orientación sexual como cualquier otra”, detalló.

“Fueron meses donde el tema se instaló en la agenda pública muy fuerte y el colectivo de la diversidad tenía, a medida de que se iba dando el debate en el parlamento, también un mecanismo en la Justicia, mediante el cual generaban hechos de presentarse dos personas del mismo sexo, pidiendo turno para casarse, que se le era denegado, y así el tema avanzaba en la Justicia, promoviendo un mecanismo de pinzas a ver cual era el poder, legislativo o judicial, el que habilitaba la posibilidad del matrimonio igualitario”, añadió la ex diputada de la provincia de Santa Fe

En ese sentido, Paulon señaló: “A lo largo de los años se fue construyendo un consenso importante en la necesidad de que la ley se aprobara. Se fue dando toda una estrategia jurídica que nos había permitido celebrar algunos matrimonios pero para algunos incluso se tuvo que hacer alguna serie de movidas muy complejas, como fue el casamiento de Alex y José María que se tuvieron que casar en Tierra del Fuego”.

Tras varios meses, la discusión finalmente llegó a la Cámara de Diputados, donde logró la media sanción el 5 de mayo del 2010 por 126 votos a favor y 110 en contra. “Contra varios pronósticos se logra la aprobación. Si bien nosotros teníamos la idea de que en Diputados se iba a aprobar, estaban muy justos los números”, comentó Paulon.

“Después viene toda la campaña del Senado, que se puso mucho más duro de lo que se pensaba. Se armaron giras, impulsadas por la senadora de San Luis Negre de Alonso, por distintas provincias intentando demostrar que el matrimonio igualitario era una demanda solamente de Rosario, Buenos Aires y que al resto del país no le interesaba. Nos organizamos para poder estar presentes en esos lugares, mostrando que efectivamente había gente del colectivo que estaba esperando esa ley. Hasta último momento en el Senado, hasta las 3 de la mañana mientras los senadores daban los discursos, en los pasillos pasó de todo. En un momento estaba muy complicado y a punto de perderse la ley pero finalmente se logró aprobar. Una combinación entre nervios, ansiedad, preocupación y después la enorme alegría cuando finalmente a las 4.05 de la madrugada la ley fue sancionada”, concluyó el ex Subsecretario de Diversidad Sexual de la Provincia de Santa Fe.