Los fallecidos son 1.754, de acuerdo con estos datos recogidos por la universidad estadounidense Johns Hopkins
Ante el anuncio de que el Cementerio General de La Paz ya no recibirá a más fallecidos por coronavirus que no sean del municipio, las funerarias pidieron a las autoridades habilitar un terreno para enterrar a personas de la vecina ciudad de El Alto que murieron a causa de la Covid-19.
“¡Ahora, qué van a hacer con los que están falleciendo en El Alto!”, reclamó el presidente de la Asociación de Funerarias de La Paz y El Alto, Miguel Elías. Los cementerios alteños, Villa Ingenio y Mercedario, no tienen horno crematorio, por lo que Elías propone que la Alcaldía de El Alto y el Gobierno central habiliten un terreno alejado para enterrar allí a los alteños que fallezcan a causa de la pandemia de coronavirus.
“Hay que conseguir un terreno. Aunque sea a una media hora de El Alto no importa, por arriba hay terrenos. Que habiliten uno de unas dos hectáreas, se lo amuralle y solamente va a ser para entierros de fallecidos por Covid”, sugirió el presidente de las funerarias. “Para mí esa es la solución inmediata”, aseveró, según declaraciones al diario paceño Página Siete.
El representante de las funerarias recordó que hace ya bastante tiempo la Asociación advirtió que El Alto no cuenta con un cementerio general, un horno crematorio ni morgue judicial, «y ahora por no habernos hecho caso estas son las consecuencias”, dijo.
Además, Elías lamentó que los vecinos no permitan entierros de fallecidos por Covid-19 en los cementerios alteños. “En vez de haber soluciones, nos estamos perjudicando entre bolivianos y no debería ser así”, reflexionó.
El último miércoles, la comuna de El Alto informó que se negociaba con los vecinos de una zona para conseguir su autorización e instalar el horno crematorio y que, una vez aprobado este proyecto, la instalación de los equipos demandaría unos 30 días. El horno crematorio que se quiere instalar tiene una capacidad diaria de incineración de hasta ocho cuerpos.
Entre los meses de abril y junio, las cremaciones se incrementaron de 18 a 124 en el Cementerio General de La Paz, que recibe por día entre 16 y 20 cuerpos. De este número, ocho son cremados y los otros son inhumanos en un cuartel que tiene una capacidad para 200 cuerpos.
En este último espacio, en los primeros ocho días de julio se ocuparon 112 plazas. Ante esta situación se habilitó un segundo pabellón con la misma capacidad. Si este pabellón se llena, la comuna analiza la posibilidad de habilitar fosas comunes.
La Alcaldía de La Paz determinó restringir desde el viernes los entierros de cuerpos provenientes de otros municipios en el Cementerio General. El alcalde Luis Revilla instó a las autoridades de otros municipios que asuman la responsabilidad en facilitar la inhumación de los fallecidos en sus territorios. “Nuestro Cementerio General no podrá absorber toda la capacidad del área metropolitana de La Paz”, aseguró Revilla.
La curva de contagios muestra una tendencia creciente en Bolivia y alcanza los 47.200 casos confirmados en el país, mientras los fallecidos son 1.754, de acuerdo con estos datos recogidos por la universidad estadounidense Johns Hopkins.